Buenos Aires, feb 11 (ANP).- Después de diez años de distanciamiento, un hombre se reencuentra con su ex esposa por un motivo trágico: la posibilidad de tener que remover de su tumba a Joaquín, el único hijo que tuvo la pareja, fallecido tiempo atrás en un accidente. La acción en «Tóxico» se inicia entre duros reproches y pases de factura por el amor que compartieron un día y que quedo trunco, que inevitablemente los remontará al momento de la muerte del hijo.
Sin golpes bajos pero con crudeza, la obra se va construyendo desde los cruces de palabras entre los protagonistas, sus recuerdos, la nostalgia que los ronda y el sufrimiento todavía presente. A medida que avanza la historia, ambos intentarán cerrar el círculo de asignaturas pendientes para ubicarse en el aquí y ahora, con constantes exigencias de explicaciones sobre lo que sucedió hace una década, cuando decidieron separarse.
Tras los fuertes reclamos que intercambian la relación irá sanando progresivamente, a medida que tratan de buscar aquellas cosas del pasado que los hace sentir bien a los dos. Pronto asumirán que ya no son los mismos, que el inapelable paso del tiempo los marcó y que no queda otra alternativa que aceptar la realidad afectiva del otro para seguir adelante. Sin proponérselo, elaborarán juntos el duelo de una pareja frustrada y el dolor eterno por el hijo perdido, hasta que llega para ellos -y de manera natural- un punto de unión en el que ambos recuerdan con tristeza y nostalgia los momentos más felices del niño antes de su muerte. El final es impredecible pero simple al mismo tiempo.
Con una temática muy dura, «Tóxico» bien se podría definir citando aquellos famosos versos de Jorge Luis Borges, en los que al ser y a su sombra «no nos une el amor sino el espanto, será por eso que la quiero tanto».
OBRA: «Tóxico»
TEATRO: El Extranjero
DIRECCION: Valentín Gómez 3378