Buenos Aires, may 26 (ANP) – En momentos en que la incertidumbre presiona sobre los administradores de fondos para correr hacia la seguridad de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos o otros activos de bajo riesgo, hay algunos que están viendo en el mediano plazo opciones alternativas, de mayor rendimiento. Por qué no pensar en arte, joyas, energías renovables o hasta sitios de internet. Se trata de un serio problema para los administradores de activos de las economías centrales, ya que las opciones más seguras para los inversores presentan rendimientos mínimos o cercanos a cero.
De acuerdo con un informe de Boston Consulting Group (BCG), una de las agencias de consultoría más grandes del mundo, las denominadas «inversiones alternativas» tendrán un potencias del crecimiento dentro de las carteras de administración de un 4% al año hasta 2024.
«Las inversiones alternativas continuaron entre las clases de activos más fuertes en 2019, con un crecimiento de Activos Bajo Administración (AuM por sus siglas en inglés) que se aceleró al 13%», señala en un informe. El reporte agrega que BCR espera que las inversiones alternativas «crezcan a una tasa anual del 4% hasta 2024, momento en el que representarán aproximadamente el 17% del AuM global y capturarán el 49% de los ingresos globales».
Según el reporte, este crecimiento se dará principalmente por la demanda de los inversores por mejores desempeños, retornos no correlacionados, premios por iliquidez, y otros perfiles de rendimiento no tradicionales.
No obstante, el impacto de la pandemia de coronavirus sobre la estructura de la economía mundial es colosal. Se espera que la economía global entre en recesión por lo menos por el próximo año y medio. Por ello, en BCG advierten que es probable que el capital líquido invertible «disminuya bruscamente» y posiblemente se produzca una fuga a corto plazo hacia los activos de refugio seguro.
Aún así,,,más allá de eso, superada la crisis, las inversiones alternativas tienen perspectivas de crecimiento.
Frente a la clásica inversión en acciones de Bolsa o bonos, las inversiones alternativas buscan obtener rentabilidad de otros activos menos conocidos o de más riesgo, y engloban una amplia variedad; desde la inversión en infraestructuras, arte, materias primas o incluso joyas hasta las más extravagantes, como coches de colección o incluso dominios de internet. La inversión alternativa pretende asegurar el patrimonio y conseguir rentabilidad positiva en cualquier circunstancia, incluso en condiciones adversas de mercado que puedan afectar a los activos tradicionales.
Puede suceder que pasada la ola de incertidumbre provocada por la pandemia, la necesidad de rendimientos para los clientes impulsen flujos de fondos hacia bonos menos seguros, pero de altas tasas de interés o que haya una nueva ola de crecimiento de precios de las materias primas, con lo cual la Argentina podría verse beneficiada.
A nivel mundial, los fondos de inversión esperan una señal: Que se descubra una vacuna contra el COVI19. Mientras tanto, los administradores tienen en cuenta que sin una cura definitiva, persiste el riesgo de recontagios, y con ello, la vuelta a cuarentena.