BUENOS AIRES (ANP) La inflación de enero podría ubicarse por debajo del 20%, de acuerdo con los relevamientos dados a conocer hoy por la Fundación Libertad y Progreso y la consultora C&T, que de plasmarse posteriormente en los números oficiales del INDEC darían cuenta de una desaceleración de por lo menos 5,5 puntos porcentuales en relación con el 25,5% de diciembre.

LyP proyectó un nivel del 19,4%, 6,1 puntos porcentuales menos que la marca del último mes de 2023, en tanto la entidad dirigida por María Castiglioni y Camilo Tiscornia anticipó -en una medición circunscripta al Gran Buenos Aires- un 19,6%.

En el primer caso, se indicó que «los datos de la segunda mitad del mes indican variaciones semanales inferiores a 2%, comparables con el comportamiento de finales de octubre. Este comportamiento favoreció a la desaceleración de la tasa mensual cuyo pico se alcanzó en la primera semana de enero cuando llegó a 29,7%», y se acotó que «aunque el dato es alto, los economistas advierten que podría ser mucho peor».

«El proceso hiperinflacionario tiene dos motores: un Banco Central (BCRA) produciendo pesos en forma desmesurada para financiar los excesos de gastos del gobierno anterior y el segundo que es la velocidad en que las personas se ‘sacan pesos de encima’ para evitar el impuesto inflacionario», completó LyP.

Por su parte, C&T señaló que «la tasa de inflación mostró un menor valor que el de diciembre pasado, a pesar del elevado arrastre estadístico, de cerca de 9% que marcó la dinámica de precios de diciembre, y refleja la tendencia de desaceleración que empezó la última semana de diciembre y se mantuvo a lo largo del mes de enero».

«El alza de los precios minoristas en enero estuvo liderada por esparcimiento, factor estacionalmente clave en todos los eneros, pero que este año tuvo una suba mayor, de  36,8%, debido al impacto del ajuste del tipo de cambio oficial y el alza general de precios», indicó C&T, que añadió que «los ajustes en el transporte público en el GBA, de más de 40% y el alza de los combustibles motorizaron el rubro de transporte y comunicaciones, que trepó casi 32% en enero».

Asimismo, planteó que «la suba de las prepagas, en torno a 40%, y el alza de servicios de salud explicó la suba de más de 25% en el rubro, pese a que los medicamentos moderaron notablemente la suba, después de varios meses de fuertes incrementos», en tanto «el rubro de equipamiento y mantenimiento del hogar aumentó 17,9%, contenido por la fuerte moderación en equipamiento del hogar, que aumentó 11% promedio, después de una notable suba en los meses anteriores, especialmente en electrodomésticos y productos electrónicos».

«Los alimentos y bebidas aumentaron 16,3%, como resultado de una desaceleración en las últimas semanas. De hecho, después del pico de suba de 31% mensual en las dos últimas semanas de diciembre, los datos indican que en la última semana de enero, los precios se ubicaron 7% por encima del nivel que tenían cuatro semanas atrás», expresó la consultora.

Al respecto, precisó que «la mayor desaceleración se dio en las verduras, que prácticamente no variaron entre enero y diciembre, seguido por las frutas, que promediaron un alza de 11,7% mensual. Por su parte, las carnes aumentaron 16,3% en enero, pero la evolución semanal muestra una importante desaceleración. Los lácteos y huevos aumentaron 24% y las bebidas 22% mensual, y junto con los condimentos que aumentaron 45%, lideraron el alza de alimentos en enero».

El director ejecutivo de LyP, Aldo Abram , advirtió que «hoy la cantidad de pesos (base monetaria) está en niveles similares a los de los días previos a la asunción de la actual administración. Sin embargo, la caída de la demanda de pesos continúa. Su única atenuante es la posibilidad de que las medidas del gobierno se efectivicen”.

Los tipos de cambio son los más sensibles a la pérdida de confianza en la moneda, explicó Abram,  quien consideró eso como «una mala noticia: primero, porque esa baja en el poder adquisitivo se reflejará en más inflación en los próximos cuatro meses. Y segundo, porque la suba de los tipos de cambio ‘cepo’ no está siguiendo el actual ritmo de pérdida de valor del peso y eso genera que vuelva a atrasarse”.

“Si con solamente las dudas de que la dirigencia política acompañará el cambio de rumbo la brecha superó el 50%, cabe imaginarse cómo se disparará si en el Congreso deciden que seguiremos en el viejo camino de empobrecimientos y crisis”. manifestó.

Lautaro Moschet, economista de la Fundación, señaló que el camino también puede mejorar si es que se aprueba el proyecto de Ley ómnibus en Diputados: “El IPC de enero deja un arrastre de 3,1 puntos para febrero, menos de la mitad que en diciembre (6,8pp) y el más bajo desde octubre. Esto a su vez, favorecerá la desaceleración para el próximo mes, el cual proyectamos que, manteniendo la tendencia actual, se situará en torno al 14%”.

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Por NP