Buenos Aires, (ANP) – El nuevo sistema de precios en pesos y en dólares puede llevar a los comercios a convertirse en “casas de cambio” de hecho. Y es que las normas no dicen nada sobre el tipo de cambio al que se deben tomar para mostrar los precios en moneda norteamericana.

Mientras el gobierno impulsa la “transparencia fiscal” para que los comercio muestren los precios sin impuestos, para que se note claramente cual es la presión tributaria que enfrenta el público, el esquema de facturación en dólares puede también poner en evidencia algo que molesta a los funcionarios de la Casa Rosada. Y es que también se va a transparentar el atraso cambiario.

¿Cuál será el tipo de cambio para el comercio?

En teoría, quedaría a criterio del comerciante decidir a qué precio va a tomar los dólares de sus clientes. A primera vista, se supone que el comerciante va a querer “pagar” menos por los dólares y por lo tanto, con la misma cantidad de pesos, conseguir más billetes norteamericanos.

En cambio, para el cliente será a la inversa. Va a querer entregar sus dólares a una cotización mas alta. En ese caso, si le dan mas pesos por sus dólares, podría resultarle mas barato su compra.

La realidad es que si el comerciante hace una factura en dólares, cuando tenga que liquidar el IVA de esa operación, tiene que hacer la conversión a pesos y las normas de ARCA indican que la cotización a usar es el tipo de cambio vendedor del Banco Nación. Esa valor está en $1.060.

Si el comerciante toma dólares a una cotización más alta va a estar comprando “dólares caros” para entregárselo al Estado “mas baratos”.

La transparencia cambiaria

La factura en dólares podría “transparentar” que el dólar está atrasado. En principio, algunos suponen que el comercio pequeño de barrio ni se va a meter con esto. Sería una complicación. Habría que tener billetes pequeños para dar vueltos. Los importes que se manejarían son muy bajos.
El sistema, entonces, es probable que funcione para grandes cadenas de todo tipo. Y ahí va a regir el principio de “dólar mas barato”. Y eso va a demostrar que el precio del dólar oficial está retrasado.
El caso sería el de alguien que compra un electrodoméstico que cuesta $1.000.000. Si el comercio lo expone al dólar Banco Nación, valdrá u$s943. Pero si el cliente quiere que le coticen al dólar MEP tendría que valer u$s843 y si quiere que se lo coticen al blue, tendría que ser de u$s809. Entre el precio valor MEP del producto y el tipo de cambio que tiene que tomar el comercio para liquidar los impuestos de su factura en moneda extranjera, hay una diferencia de u$s100 y si se toma con el “dólar de la calle” sería de hasta u$s134.

Sensación turista

En realidad, al habilitar la facturación en moneda extranjera el gobierno va a reproducir las mismas sensaciones que puede puede tener un turista uruguayo que visitó Buenos Aires en enero de 2024 y que ahora regresa en 2025. Hace un año estaba todo regalado y ahora está caro. Va a quedar expuesto el atraso cambiario.

El lanzamiento de la “dolarización endógena” sin tener unificado el mercado va a generar un nuevo “rulo”. Las grandes cadenas van a querer comprar dólares baratos para luego venderlos en el mercado MEP, que es legal, obteniendo una diferencia por tipo de cambio. Es casi que con esa diferencia pagarían los impuestos.