Buenos Aires, may 6 (ANP) -A pocos días de que termine la tercera prórroga del aislamiento preventivo obligatorio, y con pedidos directos para que se permitan abrir sectores de la economía, las pymes y sobre todos los comercios del país enfrentan una nueva etapa post cuarentena con un proceso de cambios que tendrán que implementar en toda su cadena de producción, de venta y de atención a sus clientes.

El mundo vive una nueva catástrofe que impone creatividad y resiliencia, y en ese marco global en la Argentina también hay que contemplar cómo vuelven activarse y qué esperan y necesitan las pequeñas y medianas empresas para sobrevivir.

¿Cómo serán los modelos de comercios post cuarentena? La atención al público tendrá una nueva normalidad y deberá adaptarse. Un ejemplo de esto es cómo muchos bares y restaurantes implementaron de hecho el modo Take Away, una modalidad que no estaba contemplada pero que ahora las autoridades buscan reglamentar. La cantidad de clientes en los espacios comunes también será un cambio que vendrá. Y por supuesto nuevas modalidades de atención directa que impliquen creatividad: estos días, por ejemplo, se lanzaron campañas de “venta futura” para apoyar a pequeños comercios y en algunas tiendas de ropa también innovaron con asistencia al cliente por videollamada.

En plena pandemia y restricciones del aislamiento la venta online fue una modalidad que creció en cantidad de operaciones (se estima que en más de un 12%) y en tipos de rubros, pero se ralentizó con nuevos problemas y desafíos: la logística para las entregas, por ejemplo, fue una traba que frenó muchas posibilidades y atoró al canal online. Tanto, como el egoísmo de las plataformas que están sometiendo a las pymes y pequeños comercios con comisiones exageradas por el uso de sus servicios.

En esta época en que se necesita solidaridad y espíritu colaborativo, hay empresas de envíos que en plena emergencia aumentaron el costo de sus servicios y ahogaron aún más las pocas posibilidades de supervivencia de los comerciantes y emprendedores que aún en esta crisis pueden trabajar o dar un servicio.

Los comercios necesitan que se los escuche. Y también que se los contemple con medidas económicas directas: aquellos rubros y actividades que puedan generar valor agregado de manera más rápida, como los pequeños talleres, los oficios y pymes de conocimiento y tecnología que desarrollan software, apps, plataformas digitales o el procesamiento de productos de economías regionales deberían poder contar con partidas que atiendan sus necesidades. La asignación de partidas a estos sectores ayudará a poner en marcha la economía en forma proactiva.

El incentivo del consumo con el aporte directo de fondos a distintos sectores sociales debe ser una política excepcional y limitada a atender la emergencia. Una política de apoyo y desarrollo pyme que perdure será, en cambio, lo que reactive al alicaído mercado interno.

Lo urgente para las pymes

En este momento en el que se analiza cómo se permitirá la actividad productiva, los sectores que esperan una señal desde afuera también están pensando puertas adentro cómo presentar nuevos protocolos para poder volver al trabajo. Esto implica conocer una nueva realidad: con nuevos horarios -en algunos casos escalonados-, un transporte alternativo para evitar medios públicos -hay propuestas para que se permita el libre estacionamiento-, controles de salud -que demandarán el seguimiento de áreas como Recursos Humanos-, y la posibilidad de mantener una flexibilidad para quienes funcionaron estos 50 días con Home Office.

En este día 0 de post cuarentena las pymes necesitan medidas concretas que las protejan y defiendan. Hoy enfrentan una crisis sin precedentes que los obliga a tomar decisiones día a día, acotados por una realidad que los acorrala entre la incertidumbre -por lo que generará el virus- y la certeza -la crisis económica que deben enfrentar-. Es necesario además contemplar que ante un brote todo puede volverse atrás.

Por eso es imperativo que las pymes tengan representantes genuinos con un lugar activo en la mesa de diálogo y con propuestas para el Gobierno. La ausencia de sus representantes en las reuniones con referentes sindicales, de las empresas y de los ministerios en este momento trascendental es un llamado de atención en un sector que moviliza el 80% de la economía del país.

Por Vicente Lourenzo Integrante de la Comisión Problemática Pyme del CPCECABA. Ex secretario CAME

Por NP