El incremento de las tarifas de los servicios de energía eléctrica operado en los últimos meses se está haciendo sentir en la economía de las familias argentinas, pero aún así es insuficiente para reducir sustancialmente los subsidios y para alcanzar la cobertura total de los costos.
De acuerdo con una investigación de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), las tarifas sólo alcanzaron para la cobertura del 45,6% del costo monómico en el primer cuatrimestre de 2023, un porcentaje que se elevó a partir de los nuevos aumentos tarifarios de mayo, pero de un modo desigual en función de la política de segmentación aplicada desde junio del año pasado.
Así, solamente los grandes usuarios y, entre los residenciales, los comprendidos en el Nivel 1 (los de mayor poder adquisitivo) alcanzaron una cobertura del 100%, pero en el caso de los otros dos niveles las tarifas cubren un porcentaje que es incluso menor al de hace un año.
Al respecto, los usuarios del Nivel 3 (intermedio) pasaron de un 20% de cobertura en mayo de 2022 a un 18% en el mismo mes del año en curso, mientras que los de Nivel 2 (tarifa social, los de menores ingresos) cayeron en el mismo lapso del 20% al 11%.
En otras palabras, para que las tarifas de los usuarios del Nivel 3 alcancen la cobertura total de costos, tendrían que aumentar más de cinco veces, en tanto las de Nivel 2 el ajuste implicaría una suba de nueve veces el valor actual.
“En los últimos meses se observó una caída en el gasto en subsidios energéticos en términos reales siendo uno de los rubros que más ha contribuido a la reducción del gasto”, precisó la OPC en su informe.
El organismo bicameral explicó que, en términos reales, “en el acumulado al mes de mayo, estos subsidios presentaron una caída de 20%, dentro de los cuales los destinados a CAMMESA disminuyeron 47,5% y los correspondientes al subsector gasífero aumentaron 69%”.
Entre febrero de 2019 y marzo de 2021 el precio estacional (PEST) regulado por la Secretaría de Energía se mantuvo prácticamente constante, en un período iniciado con un repentino congelamiento de tarifas en el final de la Presidencia de Mauricio Macri, que fuera mantenido por su sucesor, Alberto Fernández, en medio del conflicto entre el por entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, y los funcionarios del área de Energía, en particular Federico Basualdo.
En abril de 2021 se registró un pequeño aumento producto de la ligera disminución de los subsidios a los Grandes Usuarios de Distribución (GUDIs), evidenciándose a partir de marzo de 2022 un quiebre en la tendencia del PEST hacia el alza.
“En dicho mes, y luego de 37 meses consecutivos sin actualizaciones, se aumentaron las tarifas para todos los usuarios residenciales y para los no residenciales (comercios) en 34% y 50%, respectivamente”, destacó la OPC.
En junio se aplicó un nuevo aumento de 26% y 37% para el mismo grupo de usuarios y, a partir de agosto, luego de nuevos aumentos a la demanda comercial y GUDIs, la tasa de variación interanual del PEST incorporado en tarifas comenzó a ubicarse por encima de la variación de costos.
A partir de octubre de 2022, comenzó a reflejarse el efecto de la política de segmentación de los subsidios a los usuarios residenciales.
“Los incrementos del PEST implicaron la disminución de los subsidios y el incremento del porcentaje del costo de generación cubierto por la tarifa que abonan los usuarios”, indicó el informe, que precisó que “considerando los primeros cuatro meses de cada año (último dato disponible) el porcentaje de cobertura por tarifa pasó de 36,8% en 2022 a 46% en 2023”.
A partir del 1° de mayo se terminó de aplicar la quita de subsidios a los usuarios residenciales considerados de altos ingresos.
Los usuarios residenciales categorizados en el Nivel 1 de la segmentación -aproximadamente un 34% del total- tuvieron en mayo un aumento del PEST de 128% respecto del mes de febrero, pasando de $9.311 por megavatio-hora (MWh) a $21.208 por megavatio-hora (MWh) y el aumento interanual llegó al 797%, comparando con mayo de 2022.
En cuanto a los residenciales del Nivel 2, considerados de bajos ingresos, y residenciales del Nivel 3, de ingresos medios, se mantuvieron los precios vigentes desde febrero 2023, de $2.981/MWh y $3.756/MWh, implicando
variaciones interanuales respecto de mayo de 2022 de 26% y 59%, respectivamente.
Por su parte, para los usuarios comerciales se estableció un precio de $13.270, lo que supone un aumento de 37% respecto de 2023 y una variación interanual de 337% respecto de mayo de 2022.
Para este grupo de usuarios el Poder Ejecutivo prevé finalizar el otorgamiento de subsidios a fines de 2023.
Por último, para los Gudis se estableció en mayo un precio de $21.208 (+62% respecto de febrero de 2023), equivalente al costo pleno estimado. Este grupo de usuarios viene abonando el costo pleno de la tarifa desde el cuarto trimestre 2021.