BUENOS AIRES (ANP).- “Cuando pase el Covid, saldremos mejores” se decía hace cinco año, cuando se estableció la cuarentena para combatir esta nueva pandemia.

Pero no fue así. No salimos mejor. No solo porque tuvimos 130.000 muertos, un número elevado si se tiene en cuenta que somos un país de 46 millones de habitantes, sino por todas las tropelías generadas durante seis meses de encierro.

Empecemos por la más clara: que parientes, y amigos de funcionarios, de todos los partidos políticos y sindicatos, recibieron la vacuna antes que nadie. “Se saltearon la fila”, dijo alguna vez el presidente Alberto Fernández (foto) para minimizar el hecho.

Mientras nadie podía reunirse, hubo “asadito” con “Los moyanos” y fiesta de cumpleaños en la Quinta Presidencial de Olivos.

Además, el escándalo de la elección de las vacunas. Que primero la Sputnik, que luego la Astra Zeneca, que, por razones ideológicas, no vacunamos con Pfizer, aunque luego terminó siendo la más usada.

En el medio coqueteábamos con Cuba para que también fabrique una vacuna, o le pedíamos la segunda dosis a Rusia, ya que “habíamos militado la Sputnik”. O íbamos a fabricar la vacuna en el país, pero la iban a envasar en México, pero faltaba “el corchito” que tapaba el medicamento.

Cualquier cosa se podía decir, y hacer. Porque también se encarceló a gente dos días por haber salido a pasear el perro, hubo muertos por llevarse por delante, en medio de la oscuridad de las rutas, talud de tierras que impedían el ingreso a pueblos. Pueblos que hacían sonar las sirenas y establecían un “toque de queda” para que la gente no salga a las calles, o un padre que tuvo que llevar a su hija, enferma, en brazos porque no lo dejaban ingresar con el auto a una provincia.

Se sobre-actuaba cualquier situación, como Fernández amenazando con encarcelar él mismo a un surfista que había violado el aislamiento, o sindicatos armando “centros de aislamietos” a los que nadie quería ir.

A los médicos se los aplaudía, pero también se los insultaba y “la gente” no quería dejarlos ingresar a sus departamentos. Mientras tanto, la payasa Filomena, en medio de ese caos, trató de poner una sonrisa en una situación sombría.

Hasta el mismo ministro de Economía, Martín Guzmán, (foto) reconoció que la cuarentena se extendió más de los debido porque la popularidad del presidente se mantenía en alto.

No hubo investigación judicial ni del Congreso por lo actuado.

No salimos mejores después de la pandemia. Como tampoco el mundo no salió mejor de la Gripe Española (a comienzos del siglo XX) o de la Segunda Guerra Mundial (1945).

La crónica dirá que, en la noche del 19 de marzo de 2020, el presidente Alberto Fernández anunció el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), más conocido como “la cuarentena” que comenzaría a partir de las 00:00 del 20 de marzo y que se extendería, en principio, hasta el 31 de marzo, con el objetivo de combatir la propagación del coronavirus en el país.

El encierro se extendió hasta septiembre, y la cuarentena por casi 300 días.

Por NP