BUENOS AIRES (ANP).- La visita que realizó esta semana el presidente Donald Trump al Golfo Pérsico es una muestra de sensatez frente a las hambrunas y los bombardeos que sufren los palestinos por parte de Israel en la Franja de Gaza.
A pesar de que son grandes aliados, el viaje que inició el lunes el magnate neoyorquino a dicha región parece indicar que la diplomacia de Washington va por un camino diferente al del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Ambos, sin embargo, están preocupados por el programa nuclear de Irán, aunque el líder republicano asegura que un acuerdo con Teherán está muy cerca de firmarse, después de que funcionarios de su gobierno mantuvieran una serie de conversaciones indirectas con Teherán.
Antes de reunirse el miércoles con el presidente sirio, Ahmed al Sharaa, que en el pasado militó en el yihadismo, Trump levantó las sanciones que imperaban desde hace 46 años contra Damasco, un aliado histórico de Rusia.
El hecho reviste fundamental importancia para Siria, cuya población se encuentra en un 90% en la pobreza, de acuerdo a informes de las Naciones Unidas, tras una guerra civil que duró trece años hasta la caída del dictador Bashar al Assad.
En Riad, el mandatario se entrevistó con el príncipe heredero saudita, Mohamed ben Salman, con quien acordó inversiones por US$ 600.000 millones. También visitó Qatar y Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde logró financiación por US$ 400.000 millones para el sector energético, informó el canal de noticias internacionales France24.
Por otra parte, el magnate reiteró que Estados Unidos quiere controlar Gaza para convertirla en una “zona de libertad”. Asimismo, durante un foro en EAU, dijo que “mucha gente se está muriendo de hambre” en el enclave palestino.
Ya es manifiesta la vocación de Trump por poner fin a las guerras; lo mismo está haciendo con Ucrania tras el notorio avance de las tropas rusas que invadieron ese país el 24 de febrero de 2022.
¿Quiere ganar el Premio Nobel de la paz? Quizás. Lo cierto es que, con respecto al conflicto de Medio Oriente, está siguiendo la ruta diplomática que tomaron muchos de sus predecesores en la Casa Blanca, entre ellos los ex presidentes Jimmy Carter, Bill Clinton y Barack Obama.
Mucho más práctico que Netanyahu, logró recientemente la liberación del soldado israelí-estadounidense, Edan Alexander, quien estaba en poder del grupo islámico Hamas desde el 7 de octubre de 2023 cuando fueron asesinadas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestradas otras 251en el sur israelí.
Por otra parte, no hubo avances en las negociaciones indirectas que funcionarios israelíes mantienen en Doha, la capital de Qatar, con representantes de Hamas, para liberar a un total de 58 de rehenes (no se sabe aún cuántos están vivos) que quedan en poder del grupo islámico, informó el diario israelí Haaretz.
Tras la ruptura de una tregua iniciada el 19 de enero, Israel retomó su ofensiva en Gaza el 18 de marzo, conquistando varias zonas del territorio palestino.
Para el analista Arie Kacowicz, profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalén, “la visita de Trump a la región del Golfo Pérsico es histórica”.
“Está claro que Arabia Saudita se perfila como un actor más importante para Washington que Israel. La reunión de los presidentes de EEUU y Siria (después de un lapso de 25 años) implica que Damasco, y también Líbano, están ahora en la órbita saudita pro-estadounidense en contra de Irán”, dijo el académico, en declaraciones a la agencia Nuevas Palabras.
Afirmó, además, que “Israel ve en forma pasiva los acontecimientos” y señaló que “la postura intransigente de Netanyahu provoca un daño enorme a una posible estrategia racional israelí”.
En cuanto a la posible solución del conflicto, Kacowicz dijo que Netanyahu (foto) “es, sin lugar a duda, el problema. Pero también lo es el grupo Hamas”
“La pregunta es cuán esencial es para EEUU y Arabia Saudita terminar la guerra en Gaza, o dejar que Israel y Hamas continúen el conflicto bélico que empieza a parecerse a la guerra de Vietnam (1955-1975) en sus últimas etapas, pues continúa por razones políticas y ya no tiene sentido estratégico”, opinó.
La ofensiva israelí no se detuvo en la última semana. La Defensa Civil Palestina informó que el jueves más de 120 personas murieron durante una serie de bombardeos sobre el sur y norte de la Franja de Gaza.
En medio de este panorama, los palestinos celebraron el 15 de mayo el 77ª aniversario de la “Nakba” (catástrofe en árabe), que recuerda el éxodo forzado que sufrieron alrededor de 750.000 personas, tras la creación del Estado de Israel en 1948.
El ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamas, estima que más de 53.000 personas han muerto a causa de los bombardeos (indiscriminados en algunos casos) de Israel desde octubre de 2023. Muchas de las víctimas mortales, no obstante, se encuentran aún sepultadas bajo los escombros de la ciudad palestina.