BUENOS AIRES, ENE 11 (ANP).- La inflación de 2021 fue del 50,2% y la duda que se plantea para 2022 es “cuán cerca del 60% estará”, en un contexto de crecimiento constante de los índices de precios desde 2003 en adelante.

Así lo sostuvo la Fundación Libertad y Progreso (LyP) en su último informe, en el que estimó una inflación para diciembre pasado del 3,3%, una décima por debajo del promedio del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) difundido por el Banco Central.

La inflación del año pasado, entonces, fue superior al 36,1% de 2020 y es la segunda más alta del siglo XXI, luego del 53,8% de 2019, aunque a diferencia de ese año “hay que tener en cuenta que los niveles de inflación de 2021 se dan en el marco de un congelamiento de tarifas de servicios públicos e intervención en el mercado cambiario que trasladaron la inflación hacia adelante”.

“El problema de la inflación en Argentina no solamente es grave, sino que es creciente a medida que pasan las gestiones presidenciales”, advirtió la entidad, que observó una inflación anual promedio de ‘apenas’ 10% en la Presidencia de Néstor Kirchner, del 22,8% en la primera gestión de Cristina Fernández de Kirchner, 28,3% en la segunda y del 38,5% en la Presidencia de Mauricio Macri.

Si bien Alberto Fernández tuvo un 202 con un 36,1% de inflación, esa baja es “producto de la caída del 10% de la actividad económica2, pero a medida que las restricciones a la circulación se fueron levantando, “el dinero inyectado por el BCRA para financiar los gastos de la pandemia fue impactando en los precios, llevando a la inflación a ubicarse en niveles superiores al 50%, cerrando el 2021 en 50,2%”, indicó LyP.

Al respecto, el economista de la Fundación, Diego Piccardo, dijo que ”además de que la inflación de 2021 fue de las más altas de la serie, hay que tener en cuenta que hay un componente muy importante de inflación reprimida que se va a reflejar recién en 2022. Por ejemplo, este año las tarifas de servicios públicos se mantuvieron prácticamente congeladas y hubo atraso en el tipo de cambio. A medida que se normalicen estas variables tendrán impacto en la inflación de este año”, anticipó.

Por su parte, el economista jefe de LyP, Eugenio Marí, señaló que esa situación “es el fiel reflejo de una Argentina que no termina de solucionar sus problemas de fondo. Al tener un nivel de gasto público elevado, se somete al BCRA a financiarlo mediante la emisión de dinero, que luego es absorbida vía de deuda remunerada y trasladada a emisión futura. Tarde o temprano, ambas impactan en la inflación. “

En ese sentido, el director ejecutivo, Aldo Abram, indicó que “en el primer semestre de este año veremos reflejada parte de la inflación reprimida durante 2021, para llegar con variaciones más bajas a los comicios”.

“Se deberá ir a subas del dólar mayorista más altas que permitan reducir el retraso cambiario y eso arrastrará a los precios en las góndolas. Además, se ajustarán los valores de las tarifas de servicios públicos, cuyo congelamiento incrementó fuerte el costo de los subsidios a los usuarios; lo cual no es sostenible fiscalmente”, añadió.

Con ese panorama, para Abram “el primer semestre tendrá una mayor alza en el IPC que 2021 y, luego, el segundo no es esperable que sea menor al de igual período del año pasado. Así que es seguro que la inflación será mayor a la del 2021 y la pregunta es cuan cerca del 60% estará”.

 

Por NP