La inflación de enero fue del 6,3%, según la estimación de la Fundación Libertad y Progreso LyP), que de esta manera dio a conocer el pronóstico más elevado para el primer mes entre el conjunto de consultoras.

De esta manera, el acumulado de los últimos doce meses pasó a ser del 99,3%, el más alto desde octubre de 1991 y a solo siete décimas de los temidos «tres dígitos» que todo hace prever se alcanzarán en la siguiente medición, si se tiene en cuenta que en febrero de 2022 la inflación fue del 4,7% y que en este año se ubicaría por encima del 5%.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundirá el índice oficial el próximo martes 14 de febrero.

LyP indicó que las variaciones de enero estuvieron condicionadas en gran medida por los ajustes de precios regulados tales como electricidad, gas, combustibles y medicina privada.

«En estos rubros el gobierno demoró las actualizaciones durante los pasados tres años, por lo que incluso con las últimas subas siguen por debajo de los valores reales que sostenían en diciembre de 2019», advirtió, lo que podría hacer prever nuevos aumentos para atenuar el impacto de los subsidios económicos en el déficit primario.
Los rubros que mostraron una mayor aceleración respecto a diciembre de 2022 fueron Vivienda, Agua y Electricidad
(13,9%), dada quita de subsidios energéticos y el fuerte incremento en los alquileres, seguido por Transporte, con un aumento de 10,7%, que se explica fundamentalmente por la suba del boleto de colectivo interurbano, que fue del 40% para el AMBA y tuvo aumentos aún mayores en las provincias. El aumento de los combustibles – que promedió el 4% – también contribuyó, aunque en menor medida.

Por su parte, El rubro de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, que posee la mayor ponderación en el IPC, subió 4,1%.

La aceleración de la inflación respecto de diciembre se presentó con más fuerza en las primeras tres semanas del mes, mientras que en la última mostró una aparente estabilización.
De cara a febrero, por ahora la ausencia de subas importantes de precios regulados contribuiría a una
moderación en la suba del IPC, estimó LyP que anticipó que «sin embargo, la dinámica inflacionaria seguirá por encima del 5% mensual, lo que llevaría a que se cruce la barrera del 100% anual en el IPC general».

Para Eugenio Marí, economista jefe de Libertad y Progreso, “en los últimos meses la urgencia llevó a tomar
medidas que son sorprendentes para un gobierno kirchnerista: ajuste del gasto, quita de subsidios, intentos de
fiscalización de la asistencia social. Sin embargo, resultan insuficientes a la luz de los desequilibrios que viene
acumulando la economía. Por ejemplo, incluso con la última suba, el boleto de colectivo en el AMBA sigue 40%
más atrasado que en diciembre de 2015”.

Su colega Lautaro Moschet sostuvo que “la inflación nuevamente se está escapando de los parámetros que manejaba el gobierno y dejan en evidencia la incapacidad de los controles de precios. El problema no está en las góndolas, sino en la depreciación constante de nuestra moneda causada por la desconfianza en los funcionarios y el exceso de oferta monetaria. Por el momento, no hay razones teóricas para pensar que la inflación va a bajar y la incertidumbre en un año electoral puede incluso empeorar la situación”.

Por NP