BUENOS AIRES (ANP) .- La baja de la inflación en mayo, a 7,8% con respecto al 8,4% de abril “tuvo mucho que ver la desaceleración del rubro Alimentos y Bebidas, que subió 5,8 % el mes pasado, significativamente por debajo de meses previos y el enfriamiento de la economía”, destacó un informe del IERAL.
Sin embargo, la casa de estudios económicos de la Fundación Mediterránea apuntó a que, “aunque la falta de demanda pueda ponerle un límite a la escalada de los precios, por debajo de la superficie siguen operando factores fuertemente expansivos del lado monetario”.
La Base Monetaria se mantiene bajo relativo control, evolucionando a un ritmo del 45,4% interanual, pero el M3 se expande a un ritmo de casi 105% interanual, reflejando también el aumento del llamado «multiplicador bancario», derivado de los incentivos incorporados por el Banco Central para que las entidades financieras utilicen bonos del Tesoro como parte de sus encajes.
El informe destacó que desde diciembre de 2018, el índice de precios al consumidor acumuló un alza de 775,7%, a un ritmo mensual equivalente de 4,2%; mientras que el mix ponderado de salarios, tipo de cambio y tarifas (denominada inflación de costos) ha subido 620,7% en igual período, a una tasa mensual del 3,8 %.
En este marco “la economía ha ingresado en un proceso de indexación generalizada, con ajustes cada vez más frecuentes y sincronizados de salarios, tarifas y tipo de cambio oficial, sin que la política fiscal y monetaria generen anclas de suficiente peso, en un contexto en el que la falta de reservas del Banco Central impide el clásico juego de apreciar el peso durante la transición electoral”.
Sin embargo, “en el cortísimo plazo la recesión podría jugar un rol de ancla «por las malas», y algo de esto está sucediendo, de forma incipiente en mayo y más rotundo en junio”, dijo el IERAL.
La casa de estudios puso como ejemplo de este «enfriamiento» de la economía que las ventas de productos de consumo masivo “habrían entrado en terreno negativo en mayo en la medición interanual, fenómeno que se está profundizando en junio, ante la pérdida de poder adquisitivo de la población”.
Simultáneamente, el stock de crédito en pesos al sector privado se redujo un 16,2% “en términos reales” en los últimos 12 meses, una trayectoria descendente que incluye una retracción de 8,5 % en lo que va de del año.