La baja en los precios de lácteos, huevos y panificados impulsó una marcada desaceleración de la inflación de alimentos en la tercera semana de diciembre, que registró un alza de 0,18%, la más baja para un período semejante en los últimos ocho meses, según el relevamiento dado a conocer hoy por la consultora LCG.
En cuanto a la medición mensual, presentó un promedio de 3,2% en cuatro semanas y del 3% punta a punta.
«Vemos que diciembre nuevamente marca un nivel similar al mes anterior, la inflación de alimentos y bebidas navega entre el 3% y el 4% mensual, ayudada por el contexto internacional», indicó la entidad dirigida por Guido Lorenzo.
No obstante, LCG advirtió que es «difícil que el nivel de precios logre estabilizarse en ese rango a raíz de aumentos de precios regulados que impactan en el mes en curso y la inercia todavía alta que refleja la inflación mayorista» que en noviembre fue del 6,3% y superó al 4,9% minorista.
«El gabinete económico se entusiasmará con la posibilidad de mostrar algún éxito relativo en desacelerar la inflación, pero hay que tener en cuenta que el riesgo de aceleración por factores locales siempre está latente», remarcó, para agregar que «esto es producto de la acumulación de desequilibrios en los años anteriores que se reflejan en un stock de dinero y otros pasivos del BCRA, de los cuales la demanda podría perder fuerza en un contexto de inestabilidad de la deuda en pesos».
Seis rubros tuvieron aumentos mayores al 0,18% en la medición semanal: Condimentos y otros productos alimenticios (2,1%), Aceites y Verduras (ambos con 1,2%), Frutas (1,1%), Bebidas e infusiones para consumir en el hogar (0,5%) y Carnes (0,3%).
En el caso de las variaciones mensuales, los rubros que superaron el 3,2% promedio fueron cinco: Frutas (13,1%), Comidas listas para llevar (5,3%), Productos lácteos y huevos (5%), Bebidas e infusiones para consumir en el hogar (4,1%) y Azúcar, miel, dulces y cacao (3,3%).