BUENOS AIRES (ANP) El gobierno de Javier Milei ya llevó a cabo la mayor parte de los incrementos necesarios para alcanzar un nivel de equilibrio en las tarifas de los servicios públicos, quedando pendiente un 40% de ajuste, luego de haber asumido en diciembre de 2023 con un atraso del 208%.
«Mientras Macri tardó dos años y medio en recomponer las tarifas, Milei lo está haciendo en un semestre», señaló al respecto la consultora Econométrica, en un análisis con duras críticas a lo que denominó «populismo tarifario».
La entidad dirigida por Ramiro Castiñeira aseguró que «el populismo tarifario y cambiario (pisar dólar y tarifas) son una constante en casi todos los gobiernos de la historia argentina del último siglo. Simple, como no quieren controlar la emisión monetaria, creen que podrán contener la inflación controlando los precios».
Si bien centró sus críticas en «todo el gobierno de Alberto Fernández» por haber pisado «las tarifas de los servicios públicos, en un contexto de inflación récord de las últimas tres décadas» extendió su condena también a Juan Domingo Perón y Cristina Fernández de Kirchner, aunque advirtió que por más que hayan sido «grandes exponentes del populismo tarifario y cambiario», no fueron los únicos.
En un hilo conductor de sus gestiones, Econométrica indicó que «con la destrucción del sistema de precios que ellos mismos realizan, terminan gestando crisis homéricas» y posteriormente «sus presidencias sólo se limitan en comerse las reservas del Banco Central y ganar tiempo para que la crisis que gestaron, explote tras las elecciones o al próximo gobierno».
Castiñeira agregó que «durante la gestión de Alberto Fernández en particular, para la mitad de su presidencia las tarifas que pagaba el consumidor sólo cubrían la mitad del costo energético. Para finales de su gobierno las tarifas sólo cubrían un tercio. Ello implica que para terminar con el populismo tarifario y el festival de subsidios, el Gobierno de Javier Milei necesitaría triplicar la tarifa promedio de los servicios públicos», algo reflejado en el requerimiento al asumir de un ajuste general del 208% en los servicios de energía eléctrica, gas natural, agua corriente y transporte públicos de pasajeros.
Gran parte de esos aumentos ya se aplicaron, por lo que «se pasó de la necesidad de triplicar tarifas a un incremento pendiente del 40%, que se realizó principalmente en el actual mes de junio».
Debe tenerse en cuenta que los porcentajes señalados corresponden a un promedio de todos los servicios públicos, pero como el ajuste de sus tarifas no fue homogéneo, algunos de ellos -en particular el autotransporte de pasajeros- tienen un retraso mayor que el resto y, en consecuencia, requieren de subas mayores.
El ajuste tarifario de junio, luego del congelamiento temporario de mayo, tendrá impacto en el Índice de Precios al Consumidor, que según la consultora -en línea con la opinión de la mayoría de sus colegas- será superior al 4,2% de mayo, quebrándose la tendencia descendente de los últimos meses.
«Esperamos que refleje un leve repunte a 5,2% en junio, advirtiendo el impacto en la recomposición de tarifas pendientes», señaló en ese aspecto, luego de precisar que, pese al alza general, se prevé que «la inflación en alimentos y bebidas continúe descendiendo a 3% mensual, después del registro oficial de 4,8% durante el mes de mayo».
Econométrica señaló que «en la tercera semana del mes de Junio los precios de alimentos y bebidas no reflejaron variación alguna durante los últimos siete días (0,0% semanal)» y destacó que «es la primera vez que nuestro índice no refleja incrementos de precios en el transcurso de una semana».
«Si recordamos que la semana previa el incremento de precios fue del 0,1%, hablamos de estabilidad de precios en alimentos y bebidas la última quincena», remarcó, para concluir indicando que «al extender el periodo de análisis a las últimas cuatro semanas, nuestro índice advierte que la inflación de alimentos y bebidas en supermercados del GBA, corre al 2,4% mensual».