BUENOS AIRES (ANP).- La motosierra del presidente Javier Milei encontró en los últimos días un obstáculo difícil de sortear al verse involucrado el Hospital Garrahan, el más importante centro de pediatría del país y, por lo tanto, un área en extremo sensible en la que los recortes presupuestarios amenazan con empañar la imagen del gobierno.

Primero fue Cecilia Loccisano, viceministra de Salud de la Nación, quien aclaró en una entrevista por CNN Radio que los insumos para el Garrahan «están garantizados, la plata está en el hospital y no falta», sino que se está trabajando en un plan de eficiencia para hospitales, para que los fondos «lleguen adonte tienen que ir».

En medio del reclamo de los trabajadores del centro pediátrico, el propio Milei buscó aclarar el tema en diálogo con el canal de YouTube Neura, donde acusó al kirchnerismo de «dibujar empleados administrativos que le quitan los recursos al hospital», a quienes catalogó de psicópatas.

«Inventan curros en lugares sensibles y cuando se desactiva el curro, lo acusan de insensible», subrayó el presidente. Frente al reclamo por los bajos salarios, el gobierno dictó conciliación obligatoria y frenó el paro de 48 horas que iban a realizar los médicos residentes.

Milei reconoció que los recursos son escasos, si bien aseguró que se ha girado una cantidad de fondos récord, pero insistió en que no se puede permitir que haya «ñoquis que le filtren los recursos a la gente que trabaja», en referencia a los supuestos empleados administrativos «dibujados por el kirchnerismo».

Sin embargo, el conflicto amenaza con escalar y pondrá a prueba la capacidad del gobierno para comunicar cada decisión que se tome. A partir del lunes se inicia un período de negociación complicado para mejorar el ingreso de los profesionales médicos, ya que una paralización de la atención en ese centro podría significar un importante costo político.

Por NP