BUENOS AIRES (ANP).- El ministro de Economía, Sergio Massa, inicia hoy una misión clave en Estados Unidos, donde intentará recomponer las relaciones con el Fondo Monetario Internacional tras la desprolija salida de sus predecesores, Martín Guzmán y Silvina Batakis, además de atraer inversiones para el país, en particular, para el sector de energía.
Massa llega a Washington en la que será su primer viaje al exterior como jefe del equipo económico y lo hará no solamente en medio de la crisis política desatada por el atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, sino también con serios incumplimientos en las metas acordadas en el programa firmado por el país con el FMI.
Antes de la reunión con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, prevista para el lunes próximo, el ministro mantendrá encuentros con funcionarios del Gobierno de Joe Biden, con el director gerente del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg y con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver Carone.
Uno de los aspectos más relevantes de la agenda que cumplirán Massa y los funcionarios de su equipo que lo acompañarán será el acuerdo de intercambio de información tributaria que se espera firmar con la nación estadounidense.
Por otra parte, está previsto un encuentro con empresarios norteamericanos con inversiones en Argentina, que será organizado por la Embajada Argentina y la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
Además de Washington, Massa visitará la ciudad de Houston donde tomará contacto con multinacionales petroleras como Exxon, Shell y Chevron, además de compañías automotrices y mineras.
Sin embargo, el gran desafío de esta misión será recuperar la credibilidad del país frente al FMI, luego del traspié de la negociación con Batakis, quien había viajado a EE.UU. para destrabar un desembolso con el organismo multilateral portando lineamientos en materia económica que quedaron desactivados a las pocas semanas, a partir de su renuncia al cargo.
Sin duda, la parte más difícil de la tarea de Massa será lograr el visto bueno del FMI en cuanto a algún tipo de flexibilización de las metas. Paralelamente a su agenda, el equipo de funcionarios que lo acompañarán en EE.UU. se encuentra negociando la aprobación de la segunda revisión del programa crediticio, un objetivo que se está viendo complicado por la alta y persistente inflación en Argentina y por el debilitamiento de sus reservas en el BCRA.