BUENOS AIRES (ANP) Los subsidios a sectores económicos, empresas públicas y fondos fiduciarios aumentaron en agosto un 10,3% más que la inflación acumulada en doce meses, con un mayor crecimiento en el caso de los destinados al Transporte que a los girados para Energía, con subas del 23,7% y 2,9%, respectivamente.
La información fue dada a conocer hoy por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), en un reporte en el que precisó que con la suba real del mes pasado se atenuó el recorte en el acumulado del año al 14%.
Tal como viene pasando desde fines del año pasado, los subsidios derivados al sector Transporte aumentaron más que los energéticos, al punto que en los primeros ocho meses de 2022 la brecha entre ambos fue de 4,77 y en el mismo período de 2023 cayó a 3,37 veces.
Los subsidios dirigidos al sector de la energía, que concentraron en el 2023 el 72% del total, con un crecimiento ajustado por inflación del 2,9%, aunque caen 21,3% en lo que va del año.
Las partidas dirigidas a CAMMESA registraron en agosto $250.000 millones (-7,3% real respecto a 2022), mientras que en los primeros ocho meses registraron una caída del 30%. Estas transferencias se destinan fundamentalmente para cubrir el diferencial entre el costo de la energía y el precio abonado por los usuarios del servicio eléctrico.
En agosto se registró un nivel de transferencias dirigidas a ENARSA de $31.500 (sin registro en mismo mes de 2022), lo que determina una caída en el acumulado anual del 3,8%. En este caso, las partidas están relacionadas con la importación de gas.
En contraposición, los subsidios corrientes destinados al transporte, tanto los del transporte automotor como los del ferroviario, en los ocho meses del año, crecieron por encima del IPC como consecuencia de tarifas que aumentaron por debajo de la inflación.
A su vez, Aerolíneas Argentinas pasó de no recibir recursos vía transferencias en 2022 a percibir $34.500 millones en lo que va de 2023, si bien corresponde aclarar que, a agosto de 2022, recibió cerca de $40.000 millones que fueron registradas como gasto de capital en la
partida inversión financiera, lo que implica que, en términos de recursos percibidos, se produjo una reducción significativa (-65% real).