BUENOS AIRES (ANP) Los subsidios del Estado nacional destinados a financiar gastos corrientes de sectores económicos, empresas públicas y fondos fiduciarios ascendieron en los primeros siete meses del año a $2.063.480 millones, con un aumento interanual del 75,9% y una caída del 16,9% a valores constantes, según el informe dado a conocer hoy por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
La entidad caracterizó a los subsidios como «uno de los rubros más importantes» del sector público, «no sólo por sus implicancias fiscales, sino por su impacto en múltiples dimensiones de la economía», por sus efectos en el resultado fiscal, las distorsiones en los precios relativos y la falta de correspondencia entre tarifas y costos de explotación.
En el caso específico de julio, los gastos en ese aspecto alcanzaron a $313.069 millones, con un incremento nominal del 152,5% y real del 18,3% en relación con el mismo mes de 2022, con lo que se redujo el recorte real acumulado.
En el recorte global del 16,9% tuvo una incidencia decisiva la retracción en los subsidios destinados al sector energético, que registraron un descenso del 24,2%, aunque crecieron un 26,6% en julio.
En particular, las partidas dirigidas a CAMMESA registraron en julio $133.252 millones (sin pagos en mismo mes de 2022), si bien en los primeros siete meses registraron una caída del 33,7% ajustada por inflación.
«Las transferencias a CAMMESA se destinan fundamentalmente para cubrir el diferencial entre el costo de la energía y el precio abonado por los usuarios del servicio eléctrico», recordó ASAP.
Por otra parte, en julio se registró una reducción significativa en las transferencias dirigidas a ENARSA (relacionadas con la importación de gas) en relación con la inflación (-71%), lo que determina una caída en el acumulado anual del 7,7%.
No obstante, en lo que se refiere a transferencias para financiar gastos de capital, las destinadas a ENARSA evidenciaron un aumento real del 863% en el acumulado anual, debido a los aportes para la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner.
También, aunque en menor medida, crecieron por encima de la inflación las dirigidas a transporte, tanto ferroviario como automotor.