Buenos Aires, jul 19 (ANP)- El costo fiscal de los subsidios a las tarifas de electricidad, congeladas desde principios de 2019, es casi equivalente a lo que el Estado nacional lleva desembolsado para el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y supera a lo que se destinó al programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), con más de $100.000 millones en lo que va del año.
La Jefatura de Gabinete dispuso la autorización de nuevos subsidios a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) por $13.397.012.771, con lo que el total de transferencias a esa empresa -destinadas a subsidiar las tarifas de las distribuidoras de energía eléctrica- ya superó los $100.000 millones en siete meses.
En el primer semestre, el pago del IFE demandó un desembolso de $131.448 millones y el de la ATP 86.792 millones, según datos relevados por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
De acuerdo con el último informe disponible de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), en el período enero-mayo las transferencias del Estado nacional para financiar gastos corrientes de CAMMESA ascendió a $95.500,4 millones, a los que correspondería agregar por lo menos los últimos aportes formalizados en la decisión administrativa 1284 de la Jefatura de Gabinete.
Los subsidios a las tarifas de servicios públicos (básicamente distribución eléctrica, gas natural y transporte público de pasajeros, aunque también abarca otras áreas) representaron en los últimos quince años uno de los principales costos fiscales de la Argentina y, en buena medida, responsables de la mayor parte del déficit primario y financiero.
En el tramo final de la Presidencia de Mauricio Macri, luego de un importante incremento de las tarifas que no alcanzó para equipararlas con los costos, se intentó una reformulación de los subsidios, transfiriendo la potestad en algunos casos a las provincias y la ciudad de Buenos Aires.
Pero en 2019, en vistas de la posibilidad de perder las elecciones de octubre, se resolvió desandar el camino y retomar el congelamiento en transporte automotor y ferroviario, electricidad, gas y agua corriente, lo que volvió a incrementar el peso de los subsidios en los gastos de la Administración Pública Nacional.
Poco después de su asunción presidencial, Alberto Fernández dispuso un congelamiento de las tarifas por 180 días, posteriormente prorrogado, que disparó la factura de subsidios a niveles no esperados.
El nivel de subsidios para 2021 es por el momento una incógnita, debido a que en la presentación del avance del proyecto de Presupuesto no se dieron a conocer cifras y, además, se ignora cuál será la evolución de la cotización del dólar, los precios minoristas ni los costos de operación en cada sector.