BUENOS AIRES (ANP) La devaluación del dólar oficial y el aumento de la Tasa de Política Monetaria dispuestos hoy por el Banco Central tendrán dos efectos en el corto plazo, como el aumento de los recursos destinados al pago de intereses de los pasivos remunerados (leliqs, notaliqs y pases pasivos) y, para las empresas y el público en general, un aumento de los precios de bienes y servicios que llevará a la inflación a niveles superiores a los de los últimos meses.
La conclusión pertenece al director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, para quien «el Banco Central lo que está tratando es de curarse en salud y no me extrañaría también cumplir con alguna exigencia del Fondo Monetario Internacional con este aumento de las tasas».
Con esa medida en especial, «en definitiva lo que está pretendiendo es absorber todos los pesos que eventualmente con ese aumento de la incertidumbre pueda dejar de demandar la gente».
Pero esas medidas no tienen un efecto neutro: «por supuesto esto tiene un costo en términos de lo que va a tener que asumir en pagos de intereses a futuro el Banco Central», advirtió Abram, quien sostuvo que con la suba de los tipos de cambio, lo que está buscando la autoridad monetaria es «claramente desincentivar la demanda de dólares oficiales, lo cual va a tener su costo en las góndolas».
En otras palabras, «todos los bienes y servicios que se pueden exportar o importar van a subir en estos días, porque se compran con dólares oficiales», aseguró, para agregar que va a haber un encarecimiento superior «en aquellos que hace poco fueron alcanzados con el impuesto país, así que va a haber una suba de precios en las próximas semanas».
Abram consideró que «esta suba del precio del dólar mayorista que se usa para importar, claramente es mucho más razonable que la forma en que desincentivaron anteriormente la demanda de dólares para importación, que fue con el impuesto país» que si bien tenía un fin recaudatorio «por otro lado, le generaba una pérdida al Banco Central, que tenía que comprar al dólar agro y vender al dólar mayorista».
«Ahora, por lo menos el Banco Central no está asumiendo una pérdida al comprar dólares ‘agro’ y venderlo a los importadores. Eso, desde un punto de vista técnico, es mucho mejor que la anterior opción desde el punto de vista de no seguir incrementando la insolvencia que ya tiene lamentablemente el Banco Central», finalizó.