BUENOS AIRES, NOV 25 (ANP).- Una vida tan intensa como trágica, siempre en el límite entre la devoción del público y el desastre personal, no podía terminar sino con una jornada atípica en la que se cruzaron lo mejor y lo peor de las redes sociales y los medios. Diego Armando Maradona, grandioso y brutal, tenía que tener una despedida acorde, tan estrafalaria como los días que vivió con sus escasos momentos de paz.

La primera nota la dieron los mismos periodistas deportivos. Siempre listos a atacar a los ídolos que alumbró el futbol, esta vez quedaron en shock cuando comenzó el rumor de que ahora sí el corazón de Maradona se había rendido. En TN, los periodistas que cubrían la noticia desde el piso lloraron sin ningún prurito. Olvidándose de sus micrófonos y sus trajes de profesionales de la comunicación, se largaron a llorar como cualquier hincha hijo de vecino.

También el reconocido conductor Guillermo Andino lloró como un niño al enterarse de la noticia mientras hacía su programa en vivo, en tanto que el chimentero Jorge Rial, mil veces enfrentado al ex astro del futbol con todos los epítetos posibles, mantenía una expresión mezcla de aburrimiento y solemnidad para escuchar los informes sobre el infarto que sufrió Diego. Abajo, en el zócalo de la pantalla, se leía: «Zufrió un paro cardiorespiratorio». Sí, «sufrió» con z. El apuro y la tristeza son una mala combinación.

Como era de esperar, Twitter se llenó de mensajes de amor y tristeza para el inolvidable ídolo mientras que otros dieron rienda suelta a las bromas haciendo blanco una vez más en la diva de los almuerzos, Mirtha Legrand, quien otra vez fue trending topic a partir de la muerte de un famoso.

Las bromas continuaron con la infaltable Licenciada Traviata y con chistes bien negros relacionados con las adicciones que en vida atormentaron al maravilloso futbolista.

Afortunadamente, también hubo espacio en la red del pajarito para buenos recuerdos, expresiones de afecto y para el arte, que buscó destacar la mejor parte del ser humano que hoy se despidió de este mundo. El dibujante Liniers le dedicó un bello homenaje a uno de los dioses del futbol mundial, que seguirá siendo un ícono de la Argentina. Mañana empezarán las exequias que prometen una de las mayores caravanas de dolientes que hayamos visto -a pesar de la consigna de «cuidarnos» en medio de la pandemia-, mientras «el Diego» se encamina a ocupar su bien ganado sitio entre los grandes mitos.

Por NP