El desplome de las reservas internacionales continuó en julio y, a pesar de las advertencias de Sergio Massa respecto a que no iba a usar «un solo dólar» de ellas para el pago al FMI, tuvieron una caída de US$ 1.614 millones en el día y US$ 3.894 millones en todo el mes.
El mal desempeño estuvo lejos de ser una excepción: por el contrario, las reservas del Banco Central acusan un derrumbe de US$ 20.566 millones en los primeros siete meses de 2o23, con un promedio de caída de US$ 2.938 millones mensuales.
Dicho de otro modo, las reservas tuvieron un descenso del 46,1% en lo que va del año.
La baja en lo que va de la Presidencia de Alberto Fernández llega a US$ 19.753 millones, en tanto que si se toma como referencia el máximo histórico del 9 de abril de 2019 (US$ 77.481 millones), la caída es de nada menos que US$ 53.449 millones, es decir un derrape del 69%.
Para encontrar un nivel inferior a los US$ 24.032 millones de hoy, hay que remontarse 7 años y medio atrás, al 13 de enero de 2016, cuando cerraron en US$ 23.591 millones.