BUENOS AIRES (ANP) Las denominadas «energías limpias» y, dentro de ellas, las de fuentes renovables, siguen incrementando su participación dentro de la generación en todo el planeta y en especial en los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), tal como surge del último relevamiento de la Agencia Internacional de Energía (IEA, según sus siglas en inglés).

Si bien la producción neta total de electricidad en los 37 países miembros de la entidad tuvo en 2023una caída del 1,5% en comparación con la del año anterior, la participación de las renovables alcanzó su máximo histórico, luego de completar un incremento anual del 2,8%, frente a una caída del 14,4% en la generada por carbón y el aumento del 2,5% en la nuclear.

La producción neta total de la OCDE en 2023 fue de 10.672,4 TWh (10,6 millones de gigavatios/hora), en un año «marcado por el paso de los combustibles fósiles a las energías renovables y la energía nuclear».

Al respecto, el informe de la IEA indicó que «a lo largo de 2023, la producción a partir de energías renovables aumentó un 2,8%, impulsada por un crecimiento significativo de la generación de electricidad solar (+15,1%) y eólica (+4,4%)», que pudieron compensar la caída del 1,6% en la hidroeléctrica, debido «a la menor precipitación y las crecientes preocupaciones sobre la disponibilidad de agua en América del Norte», donde los tres países del subcontinente (Canadá, Estados Unidos y México) forman parte de la OCDE.

La producción de energía nuclear cerró el año con un aumento del 2,5%, impulsado por la región de Asia Oceanía de la OCDE (+14%), con una mayor producción en Japón (+49,6%) y Corea (+2,9%). En la Europa de la OCDE, a pesar de la eliminación gradual de la energía nuclear en Alemania a principios del segundo trimestre (-79,5% interanual), el aumento de la generación en Francia (+14,9 interanual) compensó la diferencia, lo que resultó en una mayor producción general en 2023 ( +0,6% hasta la fecha).

Por el contrario, la producción de electricidad a partir de fuentes fósiles disminuyó en diciembre un 10,4% interanual, impulsada por reducciones en la generación de energía con carbón (-17,7%) y gas natural (-4,3%). En cuanto al año completo, la producción de energía a partir de carbón alcanzó su punto más bajo en los últimos 10 años desde el inicio de la recopilación de datos por parte de la IEA (-14,4% interanual), cayendo por debajo de los niveles observados en 2020, que habían sido los más bajos del período.

La generación de energía a gas natural se mantuvo relativamente estable en 2023 en comparación con 2022 (+0,4%), con una mayor producción en la OCDE de América (+9,1%) que contrarrestó la disminución en el uso en la OCDE Europa (-16,7%) y la OCDE Asia Oceanía. (-8,1%).

El panorama de los últimos trece años deja en evidencia el paulatino corrimiento de los países centrales hacia recursos renovables, en un contexto signado por un abaratamiento de costos (el precio de los paneles solares cayó un 90% en una década) y la necesidad de limitar la dependencia de recursos energéticos provenientes de Rusia a partir de la guerra que ese país mantiene con Ucrania desde 2022.

Tanto es así que la participación de los combustibles fósiles en la generación de electricidad en los países de la organización pasó del 59,9% en 2010, tras un máximo del 60,7% en 2012, a un 49,2% el año pasado, cuando por primera vez en la historia cayó a menos de la mitad del total de la generación.

Si bien los fósiles siguen siendo el recurso principal, las proyecciones para los próximos años apuntan a una continuidad del descenso en su participación, una tendencia abonada por el crecimiento de las otras opciones.

Así entre 2010 y 2023, la generación eléctrica en base a la energía solar pasó del 0,3% al 6,6% del total, en tanto que la eólica saltó del 2,6% al 10,6%.

«La tendencia a una mayor generación a partir de energías renovables también es evidente entre los países no pertenecientes a la OCDE», destacó la IEA, aunque advirtió que en este grupo «la generación de electricidad a partir de combustibles fósiles aún experimentó un crecimiento en 2023 en comparación con 2022».

En ese sentido, en China, la producción total aumentó un 8%, con una contribución significativa de la producción de energía a base de carbón (+6,9% interanual) y de la energía eólica (+27,2% interanual).

India también fue testigo de un aumento notable en la producción neta del 8%, en el que el carbón desempeñó un papel importante (+10,4%), mientras que la energía solar y eólica hicieron contribuciones menores (+19,2% y 17,2%, respectivamente). En Brasil, la generación aumentó un 4,1%, impulsada principalmente por fuentes renovables, incluidos aumentos sustanciales en energía solar (+63,2% interanual) y eólica (+16,8% interanual).

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Por NP