El Banco Central llevo en lo que va del año un saldo neto favorable de sus compras y ventas de divisas de sólo US$ 316 millones, equivalentes al 4,97% de los US$ 6.356 millones adquiridos en el primer semestre de 2021.
“Como resultado, desde que empezó el año hasta hoy, las reservas netas prácticamente no han variado y se encuentran cercanas a los 3.000 millones de dólares, menos de la mitad de la meta que debía alcanzar hacia fin de junio, tal cual planteó el FMI en el programa acordado, que ahora contabilizará las metas de forma anual para ocultar las permanentes inconsistencias de la política económica”, advirtió al respecto la consultora Invecq.
La entidad dirigida por Esteban Domecq alertó que, de todas maneras, “las metas acordadas podrían correrse aún más tiempo y la capacidad de comprar dólares para fortalecer la hoja de balance del BCRA continuaría siendo nula, siendo que la época de mayor liquidación en el mercado cambiario está llegando a su fin».
Con un récord de exportaciones para los primeros cinco meses del año (US$ 35.917 millones), el alza se debió más a una suba de los precios (21,7%) que a las cantidades (3,2%), lo que se explica no solo por los efectos de la guerra sino a “la desaceleración en la actividad agropecuaria, que en los primeros tres meses del año cayó un 0,1%, y se profundiza en la actualidad producto de sequías y falta de combustibles”, señaló.
Invecq indicó que “el contexto de atraso cambiario y múltiples tipos de cambio ofrece grandes incentivos al mercado para adelantar compras en el exterior y sobre-stockearse, dando lugar a variaciones interanuales en los valores destinados a compras de bienes de entre 30% y 37%, tanto de consumo como de capital e intermedios”.
Al respecto, sostuvo que “los niveles actuales de importación no son necesariamente consistentes con los niveles de actividad económica que se encuentran levemente por encima del cierre de 2021”, lo que está generando “un balance muy negativo, incluso por encima de los niveles acumulados en el año 2018, en la cuenta de servicios”, con un saldo desfavorable de caso US$ 4.000 millones a mayo.
Para la consultora, el 92% de ese déficit se explica por los costos de los fletes para comerciar internacionalmente y el desequilibrio en la balanza turística, que ya supera los US$ 2.000 millones.
“No sería descabellado pensar que, ante la falta de ideas para corregir las distorsiones cambiarias, el próximo paso del equipo económico sea atacar esta cuenta bloqueando la posibilidad de utilizar los pesos para pagar la tarjeta y exijan la tenencia de dólares en cuenta”, evaluó Invecq.
En lo inmediato, la consultora cree que “la estrategia del gobierno será continuar con un tipo de cambio mayorista que corra por debajo de los niveles de inflación, tratando de no impactar por demás en los precios”.
“Sin embargo, esta estrategia no es ilimitada y la única forma de conseguirla dada la dinámica externa es continuar encepando la economía o, como sugiere la vicepresidente, llegar al equilibrio de balance de divisas por empresa, una idea única e irreplicable en el mundo”, planteó.
Invecq recordó que “esto ya se hizo”, pero que en la práctica “lo que sucedía es que las empresas grandes compraban exportaciones que se iban a realizar de todos modos por un monto cercano al 5%-7% de su valor, para luego enviarlas al exterior ellos y así obtener el cupo”.
“Esto solo generaba una ganancia adicional para los traders exportadores y no generaba nuevas exportaciones”, finalizó.