El Malvinerismo es esa idea loca de suponer que la Guerra estuvo bien aunque la haya declarado un dictador para salvar una dictadura. Es el pensamiento del carapintadismo de los Aldo Rico, Seineldín y Juan José Gómez Centurión, entre otros.
Como nacionalistas que son, odian que se les recuerde que «la gesta» fue un manotazo de ahogado de una dictadura que se iba cayendo. Plantean que eso es poner a «Malvinas en el lugar de la dictadura» y hablan del gobierno del cual formaban parte como si fueran sapos de otro pozo.
Los carapintadas que estuvieron en Malvinas, fueron los que luego se levantaron contra la Democracia en 1987 para reclamar la amnistía, porque querían que el gobierno de Raúl Alfonsín no juzgara a nadie, que todos se perdonaran y que en Argentina no pasó nada.
Así como desde sectores del peronismo montonero y la izquierda cuestionaron a la Comisión Nacional Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) , los carapintadas rechazan el Juicio a las Juntas. Ambas minorías analizan la historia como si fueran el eje de la política argentina. El 2 de abril pasado, LN+ le concedió mas de una hora de aire al ex titular de la Aduana durante el gobierno de Mauricio Macri. Allí cuestionó la política de derechos humanos de Alfonsín y la posterior política sobre Malvinas del gobierno democrático.
El denominado «Padre de la Democracia» nunca estuvo a favor del enfrentamiento bélico. Fue uno de los pocos. Y lo fue porque sabía que Leopoldo Galtieri decidió ir a la guerra para unificar un frente interno que se le iba escurriendo como arena entre los dedos. La derrota militar, el derrumbe de la dictadura y el retorno a la constitucionalidad no se puede desvincular de Malvinas y por lo tanto, no es muy descabellado entonces concluir que la recuperación democrática se puede deber más a un defecto de la pasada dictadura que a una virtud de la clase política de entonces.Sea cierto o no, el solo hecho de la duda ubica a la Guerra de Malvinas en otra de las locuras cometidas por militares usurpadores del poder. Poco hay para reivindicar de ello.
En los últimos años resurgió un cierto sentimiento malvinero. Eso es porque si bien los carapintadas son nacionalista de elite, los «nacionales y populares» también lo son, comparten la misma raíz de pensamiento.
El malvinerismo es un sentimiento lamentable que hace creer que un tipo que nació, vivió, crió hijos, miró partidos de fútbol en un pub junto a sus amigos con una cerveza, que ese lugar no les es propio porque en 1833 vinieron otros tipos y se quedaron ahí.
El malvinerismo no piensa ni por un segundo que tal vez todos los argumentos que tenemos para decir que las Malvinas son argentinas,,,pueden ser tan cuestionables como los argumentos ingleses, y que entonces, esto no se trata de un «llamado de a tierra» ni «la causa irredenta» de un Pueblo, sino una cuestión más simple y cruda:
Las Malvinas son argentinas porque están ahí nomás de nuestra costa y porque los ingleses no tienen nada que hacer por acá,,simplemente por eso…son la rémora de un imperio que se terminó en 1945. El ejercicio de soberanía sobre la Patagonia y el sur forma parte de la génesis del estado moderno y capitalista de fines del Siglo XIX. Tras la Campaña del Desierto el estado argentino comenzó a ejercer soberanía en toda la región, lo que incluía a las islas. Esa es toda la explicación...
El malvinerismo es ese sentimiento nacionalista al pedo, que no sirve para nada,,,no es patriotismo…el patriotismo es otra cosa,,es mas que nada amor por lo nuestro. no es odio por nadie. Recién leí por ahí que la única manera en que los ingleses pueden aceptar negociar las islas es si tienen delante de ellos un país importante,,,como el caso de China y Hong Kong…Ahí arrugaron,,,se las tomaron..
Para recuperar las Malvinas sin malvinerismo hay que recuperar Argentina. La guerra fue una tragedia, no fue una gesta, los soldados fueron héroes y víctimas…no hay nada que rescatar de ello, salvo la valentía de los hombres que pusieron el pecho a las balas…