Buenos Aires, jul 25 (ANP)- El congelamiento de las tarifas de servicios públicos no solo incrementó el peso de los subsidios dentro del gasto público en general sino que también redujo la cobertura de los costos por parte de las tarifas, al punto que en el caso de la energía eléctrica cayó del 72% al 57,1% en doce meses, según estimaciones de la consultora Invecq.

La caída de la cobertura de costos por parte de la tarifa podría seguir descendiendo si se tiene en cuenta que los valores siguen inalterados y que en julio se formalizaron subsidios adicionales a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) por $14.000 millones.

Los subsidios del Estado nacional a las empresas distribuidoras de energía eléctrica no se les destinan en forma directa sino que se canalizan a través de CAMMESA, que en los primeros cinco meses del año ya recibió fondos por $95.500 millones, con un aumento interanual del 309%.

Pero los subsidios devengados a junio “suman $138.000 millones, esto es US$ 2.050 millones”, señaló al respecto el Instituto Argentino de Energía General Mosconi (IAE), que explicó la abultada factura por “la creciente brecha entre costos y precios de la energía”, así como “la baja cobrabilidad de las distribuidoras por el ASPO que derivan en deudas con CAMMESA y mayores
erogaciones corrientes por parte del Estado Nacional” y por último el pago que de deuda de esa compañía con generadoras.

Con este incremento, el gasto en subsidios “vuelve a tomar relevancia” y su proporción sobre el PBI ya se encuentra “en niveles similares a los del año 2016”, remarcó Invecq.

“Un análisis del costo de generación de la energía eléctrica que es efectivamente cubierto con lo que pagan los usuarios muestra que el nivel del primer semestre es similar al del primer semestre del 2018, habiéndose ya perdido todo el avance del año 2019”, indicó la consultora en su último informe.

Por otra parte, Invecq advirtió sobre la incidencia de las tarifas congeladas en la evolución de los precios al consumidor, con el riesgo de presentar niveles que, en rigor, son sólo una postergación de futuros aumentos que llegarán cuando ya no sea posible mantener los actuales subsidios.

Al respecto, precisó que “en junio, mientras que la tasa interanual de inflación general fue de 42,8%, los precios regulados mostraron un avance acumulado en los últimos doce meses de tan solo 25,2%”, de lo que se desprende que “gran parte de la desaceleración de la inflación es resultado del congelamiento de ciertos precios”.

“Como se ha demostrado en reiteradas ocasiones, este recurso no resulta eficiente en el largo plazo y solo puede ser considerado como un aliciente de muy corto plazo”, aseguró.

 

Por NP