La sequía fue el factor principal de la caída de las exportaciones de abril, que con un nivel de US$ 5.891 millones fueron un 29,3% inferiores que las del mismo mes del año pasado y 22,2% menores a las de marzo, según el informe de la consultora Abeceb.
El intercambio comercial de la Argentina totalizó el mes pasado US$ 11.908, con una caída interanual de 21,8%. «Para dar una idea de magnitud hace 6 meses -en noviembre- crecía al 7,7% anual”, indicó Abeceb, que explicó la retracción en que “tanto exportaciones como importaciones aceleraron su ritmo de caída”, ya que estas últimas alcanzaron los US$ 6.017 millones, perdiendo 12,6% en la comparación anual.
La profundización en la caída de las importaciones ayudó a morigerar la mayor caída en las exportaciones, permitiendo que el saldo comercial fuera menos deficitario que el mes previo (-US$ 126 millones en abril vs -US$ 1.059 millones en marzo).
«Aun así, con el dato de abril el primer cuatrimestre del año cerró con un déficit comercial acumulado de US$ 1.418 millones cuando el año pasado había mostrado un superávit de US$ 2.840 millones, marcando una reversión de nada menos US$ 4.258 millones en la cuenta comercial”, destacó.
Abeceb resaltó que “no se veía una caída tan grande en las exportaciones desde el año 2009 (salvo el dato puntual de diciembre de 2020 afectado por los paros en los puertos rosarinos)”. L
La mayor baja en las exportaciones de abril se registró en los Productos Primarios, por el impacto de la sequía en la cosecha, que fueron un 55,6% menos que las del mismo mes de 2022, como consecuencia del desplome en las cantidades exportadas (-55.8%), ya que los precios se mantuvieron prácticamente estables.
Los cereales se contrajeron un 63%, mientras que las semillas y los frutos oleaginosos mostraron una retracción del 20,2%.
Pero el resto de las categorías de exportación también se contrajo en términos anuales: las Manufacturas de Origen Agropecuario un 29,5%, las de origen industrial 4,5% y Combustibles y energía 15,6%.
En la caída de las importaciones incidieron las bajas en los precios (-4,1%) como en el volumen (-9,1%), “al compás del endurecimiento de las restricciones a las importaciones”, señaló Abeceb.
“Hacia adelante seguiremos viendo un intercambio comercial que continuará en retracción tanto por el lado de las exportaciones como de las importaciones que terminarán el año seguramente con caídas promedio mayores en las primeras (en torno al 20%) que en las segundas (-13%) al compás de la mayor restricción importadora”, pronosticó la consultora.
De esa forma, 2023 cerraría con un ligero superávit comercial cercano a los US$ 1.000 millones a US$ 1.500 millones, “nada menos que un 82% por debajo del superávit comercial de 2022”.
Esa merma “no será mayor gracias al notable achicamiento del déficit en la balanza comercial energética, que pasaría de un saldo negativo de US$ 4.359 millones en 2022 a un ligero déficit entorno a los mil millones en 2023, no pudiendo descartarse incluso un virtual equilibrio”, puntualizó.
“Esto es producto de la suba combinada de las exportaciones energéticas, principalmente de crudo (tras la habilitación del Gasoducto a Chile OTASA) y la caída de las importaciones principalmente de gas traccionada por la merma de los precios internacionales energéticos tras la descompresión de las tensiones por la guerra Rusia Ucrania”, indicó.
“Esta mejora de la balanza comercial energética se consolidaría aún más a partir de 2024 de la mano del pleno funcionamiento del gasoducto Néstor Kirchner” y de ese modo “a la reversión del efecto sequía (que permitiría un aumento de por lo menos US$ 15.000 millones en las exportaciones agropecuarias el año próximo) se le sumará en 2024 un mayor aporte de divisas del sector energético, que podría mostrar ya una balanza comercial superavitaria, contribuyendo así a relajar la histórica restricción externa de la Argentina”, finalizó.