Los precios de las prendas de vestir y calzado en relación con la inflación general muestra en la mayoría de los países una tendencia declinante, con la excepción de la Argentina, donde el rubro aumentó en los últimos cinco años un 24,8% por sobre el resto de los precios minoristas, mientras que en un conjunto de 32 países seleccionados experimentó una baja del 17%.
Esa disparidad en las evoluciones de los precios de la indumentaria fue motivo de análisis del economista Nadín Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
«En un contexto de variación de precios, lo relevante es evaluar la evolución de los precios relativos, es decir el encarecimiento o abaratamiento relativo de un bien», explicó Argañaraz, que precisó que en los últimos doce meses las prendas de vestir se encarecieron relativamente un 10,9% en la Argentina, «es decir que se requiere un 10,9% más de otros bienes para comprar las mismas unidades de vestimenta que hace un año».
Por el contrario, en el promedio del resto de los países de la muestra se abarató relativamente un 3,6%, confirmado una diferencia que, en los últimos 61 meses, queda puesta de manifiesto al comprobar que «las prendas de vestir y calzado se encarecieron relativamente en Argentina un 24,8%, mientras, en el promedio de países se abarataron relativamente un 17%».
«Argentina es el único de los 33 países donde las prendas de vestir y calzado se encarecieron relativamente en los últimos 61 meses», remarcó Argañaraz.
En enero, los precios de prendas de vestir y calzado descendieron el 3,9% promedio en el conjunto de países, mientras en Argentina subieron el 2,3%, con una brecha de precios de 6,2 puntos porcentuales en solo un mes.