Buenos Aires, jun 10 (ANP)- La recaudación tributaria de la provincia de Buenos Aires acusó en mayo el impacto de la caída de la actividad económica por la pandemia de coronavirus y la cuarentena vigente desde fines de marzo, con una suba interanual del 13,7%, unos 30 puntos porcentuales por debajo de la inflación acumulada en los últimos doce meses, que implica una caída del 21% en términos reales.

La información fue suministrada por la Agencia de Recaudación de la provincia (ARBA), que indicó que los ingresos propios bonaerenses totalizaron en mayo $32.465 millones.

Si se considera que el aumento de precios en el último año estuvo en el orden del 44,2%, la recaudación bonaerense cayó 21% en términos reales, más allá del incremento nominal del 13,7%.

El director de la Agencia, Cristian Girard, explicó que esa caída “es consecuencia de la pandemia, las medidas de aislamiento social y la baja del nivel de actividad. Ya veníamos inmersos en una crisis. Ahora esa situación se profundizó por efecto del coronavirus”.

Sin embargo, destacó que el impacto en los ingresos propios terminó siendo menor al esperado, “dado que desde la Nación y la Provincia tomamos medidas para evitar que la caída fuese más pronunciada”.

“De aquí en adelante, con el sistema de fases y los cambios paulatinos en la modalidad de aislamiento, pensamos que habrá una recuperación gradual de la actividad, lo que posibilitará mejorar el desempeño de la recaudación, a pesar de las dificultades. Eso es muy importante, porque la Provincia necesita recursos para seguir atendiendo las consecuencias de la pandemia”, sostuvo Girard.

En cuanto al detalle de la recaudación, en mayo el Impuesto sobre los Ingresos Brutos sumó $23.608 millones, con un aumento del 18,1% respecto de igual mes de 2019.

Esa variación, que implica una disminución real si se toma en cuenta el índice de inflación, muestra los efectos de la caída en el nivel de ventas de la economía.

Un desempeño peor registró el Impuesto de Sellos, que totalizó $1.883 millones y exhibió una baja nominal de 18,2% interanual, afectado por el impacto negativo del mercado de compraventa de vehículos y la parálisis de las operaciones inmobiliarias.

El único reflejo positivo en el tributo de Sellos lo proporcionó el régimen de tarjetas de crédito o compra, que mostró un crecimiento en relación con 2019, puesto que las transacciones durante la cuarentena se canalizaron en gran medida a través de esta vía de pago.

Respecto del Impuesto Inmobiliario, todas sus plantas aportaron en conjunto $2.254 millones, lo que representa una suba nominal de 77%. En tanto que por el Impuesto a los Automotores se recaudaron en mayo $4.211 millones, que implican un crecimiento interanual de 13,5%.

En ambos casos, las variaciones estuvieron influidas por la modificación que tuvo el calendario de vencimientos 2020, debido a las demoras en la aprobación de la Ley Impositiva y la extensión en los plazos de pago que brindó la Provincia para acompañar el esfuerzo de los contribuyentes y paliar las dificultades provocadas por la pandemia.

La comparación de la recaudación acumulada de este año, en relación con 2019, muestra que los impuestos patrimoniales registraron, en las cuotas vencidas recientemente, una leve caída en el nivel de cobrabilidad que puede atribuirse a los efectos de la crisis sanitaria.

En cuanto a la recaudación acumulada en los primeros cinco meses, fue de $175.211 millones, con una suba interanual del 24,4%.

 

Por NP