La meta de acumulación de reservas para lo que resta de 2023 que se aprobó recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) es «imposible de cumplir» a pesar de la significativa reducción aceptada por el organismo respecto del nivel original, de acuerdo con el análisis de la consultora Invecq.

La entidad presidida por Esteban Domecq señaló esa reservas «deberían aumentan US$ 10.500 millones en tan solo cinco meses, cuando vienen que caer US$ 15.000 millones en lo que va del año».

Por el contrario, consideró que la meta fiscal -que se mantuvo en un déficit primario de 1,9% del PBI- «es factible», aunque «sumamente desafiante, incluso considerando las medidas» lanzadas el domingo pasado.

«El nuevo acuerdo establece que el nivel de reservas netas (RIN) deberá ser US$ 3,3 miles de millones a fines de
2023. Pese a la reducción de la meta, la situación actual y futura no permiten ser muy optimistas al respecto», advirtió, partiendo de la base que en la actualidad «están en torno a los –US$ 7.500 millones».

En cuanto al panorama fiscal, el déficit primario trepó a 1,1% del PBI durante los primeros seis meses del año, quedando un margen de 0,8 p.p. para lo que resta de 2023, pero con el problema que «los segundos semestres suelen ser mucho más desafiantes por motivos estacionales».

En esta oportunidad, se suman tanto «las elecciones y la tentación de expandir el gasto (‘Plan Platita’)», como también «una base de comparación desfavorable, tanto por el lado de los ingresos (‘inflados’ el año pasado por las primeras ediciones del Dólar Soja) como de los gastos (en la segunda parte de 2022 el gasto primario ya caía en términos reales)», expuso.

Con el paquete fiscal y cambiario lanzando el domingo 23, «el  Gobierno busca, por un lado, detener la sangría de reservas desincentivado la demanda de divisas (ante mayores precios), e incentivando a la oferta (mediante un tipo de cambio diferencial más alto para el agro); y, por el otro, incrementar los ingresos del Fisco», sintetizó Invecq.

Respecto a la menor demanda y mayor oferta de dólares, la entidad sostuvo que «son solo parches y están lejos de solucionar la delicada situación cambiaria».

«De hecho, es la misma estrategia que viene utilizando el Gobierno desde hace tiempo: ajustar el cepo (esta vez vía precios, aunque también seguirá con la administración del comercio a través del SIRA) y lanzar un tipo de cambio diferencial (que, si bien se traduce en una mayor liquidación en el corto plazo, ‘rompió’ la lógica del mercado y desploma la oferta cuando no hay ‘Dólares Agro’)».

Si bien admitió que «no quedan dudas de que habrá mayores ingresos vía derechos de exportación e importación», equivalentes a un 0,8 % del PBI, aunque «no necesariamente» serán suficientes para alcanzar la meta fiscal.

«El Gobierno deberá acelerar el ritmo de ajuste -en plena época electoral- para cerrar 2023 con el déficit primario acordado», planteó, a lo que agregó que las medidas «también impactarán en el nivel de actividad e inflación», en tanto «las trabas y encarecimiento de las importaciones (principalmente de bienes intermedios e insumos necesarios para la producción) golpearán una economía que, tras un primer trimestre de importante resiliencia, comenzó a mostrar signos de agotamiento cada vez más claros».

Asimismo, ese mayor costo de las importaciones «se trasladará -en mayor o menor medida- al precio final que pagan los consumidores».

Como conclusión, Invecq destacó la «buena noticia» del nuevo acuerdo con el FMI ya que «destrabaría el ingreso de US$ 7.500 millones para mediados de agosto, descomprime un poco la tensión cambiaria, y despeja el manto de incertidumbre que se había generado en torno a las negociaciones».

Sin embargo, apuntó que «el desembolso alcanzará solo para pagarle al Fondo (de acá a noviembre vencen US$
7,3 MM, entre capital e intereses), por lo que la situación cambiaria sigue siendo sumamente delicada», con reservas internacionales netas negativas, «dólares alternativos ‘despertándose’ con una brecha que irá in crescendo a
medida que se acerquen las elecciones, y un Gobierno que sigue recurriendo a las mismas herramientas (parches) de
siempre».

 

Por NP