La inflación mostró en la segunda semana de noviembre su cuarta baja consecutiva en la medición que cada siete días realiza la consultora LCG, que de todos modos advirtió sobre la endeblez del fenómeno a raíz de la existencia de una serie de «distorsiones» tanto en el mercado de cambios como en las regulaciones de precios de bienes y servicios que le pondrían un freno a ese descenso.
La entidad dirigida por Guido Lorenzo indicó que en la segunda semana de noviembre la suba de precios de los alimentos promedió 1,18%, acelerándose 0,47 punto porcentual respecto la semana anterior, en tanto en el acumulado de las últimas cuatro semanas la inflación llegó al 6,1% promedio y 4,6% punta a punta.
El 6,1% es inferior al 7,1% de la primera semana de noviembre y al 8% y 7,9% de las últimas dos de octubre. «El gabinete económico seguramente esté entusiasmado con esto», admitió LCG. que no obstante apuntó que «preocupa que en realidad lo que se vio en las semanas anteriores haya sido el pasaje a precios del dólar soja y la economía ya esté funcionando a un dólar más alto para la fijación de precios».
«La falta de coordinación en la cuestión cambiaria lleva a un desorden en la fijación de precios, básicamente, en los que no se pueden regular» y «cada oferente que tiene insumos importados (o consume bienes importados) fija precios al dólar de reposición que le parece», indicó, además de advertir que «la multiplicidad de tipos de cambio contribuye al desorden».
«Lejos de tener un rol de coordinador, el propio Ejecutivo amplifica la incertidumbre y genera dispersión de precios. Bajo estas premisas, no parece tener mucho sentido el camino que transita el ministro de Economía», agregó.
Siete rubros tuvieron una inflación semanal superior al 1,18% promedio: Frutas (4,8%), Azúcar, miel, dulces y cacao y Aceites (ambos con 2%), Condimentos y otros productos alimenticios (1,9%), Productos lácteos y huevos, Bebidas e infusiones para consumir en el hogar y Comidas listas para llevar (los tres con 1,7%).
En la medición mensual, por arriba del 7,1% se anotaron Frutas (10,4%), Productos lácteos y huevos (8,8%), Productos de panificación, cereales y pastas (8,2%), Verduras y Condimentos y otros productos alimenticios (los dos con 7,9%), Azúcar, miel, dulces y cacao (7,7%) y Comidas listas para llevar (6,7%).
Para LCG, «el diagnóstico de la cuestión inflacionaria encima lleva a más confusión» y como no se vincula el esquema de múltiples tipos de cambio con más inflación, «el problema se ataca por una cuestión de puja distributiva».
«Por ello se recurren a nuevos controles de precios. Son herramientas que pueden incluso funcionar durante un escasísimo período de tiempo, pero no tienen efectos significativos sobre el fenómeno inflacionario, menos aún
como una medida aislada». añadió.
En consecuencia, la consultora sostuvo que «lo que se está engendrando para 2023 es una acumulación de más y más distorsiones en lugar de ir desanudando lo hecho durante los últimos 3 años de gestión».