BUENOS AIRES (ANP) El paquete de medidas salariales, previsionales e impositivas anunciadas el domingo por el ministro y candidato presidencial Sergio Massa tendrán un impacto fiscal que será rápidamente diluido por el efecto de la inflación esperada para lo que resta de 2023, según la estimación de diferentes economistas.

Al respecto, el director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadín Argañaraz, sostuvo que el conjunto de las medidas representa a valores actuales un costo fiscal equivalente al 0,3% del PBI, pero podría terminar siendo neutro a fin de año si la inflación de todo 2023 se ubica en un 154%, e incluso ese efecto se tornaría positivo en caso de un aumento de precios mayor al señalado.

Debe tenerse en cuenta que con una inflación del 60,2% acumulada a julio, llegar a un 154% en todo 2023 no es una posibilidad remota, ya que para ello haría falta que entre agosto y diciembre el promedio mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC)  fuera del 9,7%, desempeño que la mayoría de los economistas estima será superado por lo menos en los dos primeros meses de la serie.

Por su parte, Diego Giacomini, de Economía & Ética, sostuvo que el impacto fiscal de las medidas será del 0,6% y si bien no lo contrastó con la inflación esperada para lo que resta del año, indicó que «tienen impacto CERO al lado del desastre que (Massa) ya hizo», en referencia a la emisión monetaria en lo que va de 2023, que estimó equivalente a 7,6 puntos del PBI, es decir doce veces y media más que el costo que tendrían las «massanomics».

Para Argañaraz, no puede evaluarse hoy si el paquete de medidas implica un mayor gasto anual en términos del PBI y por ende un mayor déficit primario, ya que eso «depende del traslado a precios de la reciente devaluación, siendo lo más probable que el gasto del segundo
semestre se mantenga con igual relación que antes de las medidas», en torno a un 12% del producto en el segundo semestre.

Si la inflación anual llegase a ser del 140% (lo que implicaría un promedio mensual del 8,5% de aquí a diciembre), el gasto primario proyectado para el segundo semestre sería del 12% del PBI sin tener en cuenta las nuevas medidas y del 12,3% si se las incluye, en tanto la proyección anual se ubicaría respectivamente en 19,8% y 20,1%.

Pero si la inflación se elevara al 154%, el efecto sería neutro para el segundo semestre (es decir, 12% del PBI en ambos casos) y levemente inferior en la proyección anual con el nuevo paquete (19,7%).

Por su parte, Giacomini consideró un costo fiscal de $825.300 millones (0,56% del PBI) por su impacto en el gasto público y de $19.431,2 millones (0,013%) por su impacto en la recaudación, totalizando $ 844.731 millones (0,577% del PBI).

El impacto contrasta con los $ 11.150.000 millones (7,6% del PBI) que representó la emisión monetaria en lo que va de 2023, por lo que Giacomini aseguró que «las medidas tienen impacto DE CHISTE al lado del desastre que ya hizo y seguirá haciendo».

Por NP