La actividad industrial tuvo en noviembre una caída del 0,5% respecto del mismo mes del año pasado, en un contexto en el que «se encontraría transitando una nueva fase de contracción y las perspectivas hacia los próximos meses no arrojan señales de una rápida recuperación», de acuerdo con el análisis dado a conocer hoy por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).
«El nivel de producción ajustado por estacionalidad se mantuvo estable pero resulta 7,5% inferior al de abril pasado», señaló la entidad, que agregó que «la última expansión de la actividad se sostuvo en el drenaje de reservas del BCRA y mayor endeudamiento de las firmas con sus casas matrices».
Para la Fundación, «la prolongación de las condiciones climáticas desfavorables impactará la producción y exportaciones de granos y derivados, y con ello en la disponibilidad de divisas», por lo que «la administración será ceñida y se podrían verse nuevos arreglos cambiarios sectoriales».
El mes pasado, la rama automotriz mostró un ritmo de avance por debajo del acumulado en los meses previos, especialmente en la producción de utilitarios a consecuencia de problemas de abastecimiento de insumos que sufrieron algunas de las terminales.
Detrás de la rama automotriz, el mayor crecimiento en el mes lo tuvo la producción de minerales no metálicos, explicado por el aumento de la producción de vidrio a partir de la ampliación de capacidad en el sector.
También la refinación de petróleo comenzó a transitar su normalización luego de la caída de octubre producto de la realización de paradas de planta.
«Estas tres ramas evitaron que el retroceso de la industria resultara más marcado en el mes», advirtió FIEL.
Entre las actividades que mostraron una caída, al interior de la rama de alimentos y bebidas, la producción de
bebidas registró el primer retroceso en veintiséis meses, en tanto los productos químicos y plásticos registraron una importante caída y acumulan cuatro meses de contracción.
En el acumulado para los primeros once meses la industria continúa reduciendo el ritmo de crecimiento hasta 3,4% en la comparación con el mismo período de 2021.
Considerando la producción industrial por el tipo de bienes fabricados, en los primeros once meses del año los bienes de consumo durable con un crecimiento acumulado de 11,3% se encaminan a cerrar el año 2022 al tope del ranking, seguidos de los bienes de capital, que en el periodo enero-noviembre acumulan un crecimiento de 9,3%.
Les sigue la producción de bienes de consumo no durable con un avance de 1.8%, mientras que los bienes de uso intermedio acumulan un alza de 0,6% .
En noviembre la producción ajustada por estacionalidad se mantuvo estable (+0,2%) en la comparación con el
mes anterior, luego de seis caídas mensuales consecutivas.
El nivel de la actividad industrial ajustada por estacionalidad resulta 7,5% inferior al alcanzado en abril pasado cuando se tuvo el registro de mayor producción durante el presente año.
«Todos los indicadores que permiten evaluar la evolución de la actividad señalan que la industria se encontraría transitando una nueva fase de caída», sentenció FIEL, para concluir precisando que «en la comparación con episodios previos de contracción de la industria, transcurridos siete meses, la presente fase muestra una caída más profunda que la iniciada a fines de 1999 y que se prolongó hasta 2002, que la que se tuvo en 2008, la que se inició a fines de 2011 o la de mediados de 2015″.

Por NP