BUENOS AIRES (ANP)) –. Ya nada será igual en Medio Oriente luego del ataque lanzado por el grupo fundamentalista Hamas contra territorio israelí, el pasado 7 de octubre, en momentos en que Arabia Saudita e Israel se aprestaban a restablecer sus relaciones diplomáticas.

Desde adentro y fuera de Tel Aviv llueven las críticas contra el primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien durante las últimas décadas llevó a cabo una política de construcción de asentamientos en los territorios palestinos, sobre todo en Jerusalén- Este, donde el gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) planea construir la capital de su futuro Estado.

Distintos líderes mundiales han condenado el ataque de Hamas, considerado un grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, entre ellos el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, quien también recordó que el pueblo palestino ha sido sometido a una “ocupación asfixiante” desde la Guerra de los Seis Días, en 1967, durante la cual Israel cuadriplicó su territorio.

Los palestinos “vieron como sus tierras se llenaban gradualmente de asentamientos. Fueron sometidos a la violencia, sus economías sofocadas, la gente desplazada, sus hogares demolidos y sus esperanzas de una solución política a su difícil situación se están desvaneciendo”, dijo Guterres.

Hasta ahora, Netanyahu ha respondido positivamente a los pedidos del presidente estadounidense, Joe Biden, de no invadir con rapidez la Franja de Gaza donde viven hacinados más de dos millones de palestinos, sin agua ni electricidad, sometidos a un constante bloqueo por parte de Israel.

Para el analista Arie Kacowicz, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalén, “la masacre genocida conducida por la organización terrorista Hamas no tiene precedente en la historia de Israel y es, también, la mayor tragedia desde el Holocausto” en la Segunda Guerra Mundial.

En declaraciones a la Agencia Nuevas Palabras (ANP), Kacowicz señaló que el ataque perpetrado por Hamas demuestra “el fracaso de la inteligencia militar y operacional del Ejercito Israelí, y sobre todo la responsabilidad criminal del peor gobierno en la historia de Israel, encabezado por Netanyahu”.

“Esta será la guerra de las Malvinas para Netanyahu, contienda bélica entre Argentina y el Reino Unido que lo único positivo que tuvo fue terminar con la junta militar (del país sudamericano).Aquí se va a acabar la trayectoria política
de Netanyahu, quien será recordado como el peor primer ministro en la historia de Israel”, señaló el analista.

El académico advirtió que desde 2009 y, especialmente desde 2014, Netanyahu “desarrolló una doctrina política-estratégica según la cual Israel tiene interés en mantener el gobierno de Hamas en la Franja de Gaza (con dinero de Qatar), para dividir a los palestinos en dos entidades políticas, y de esa forma no negociar la paz con (el presidente palestino Mahmud) Abbas”.

“Más aún, Israel firmó en el 2020 acuerdos de paz con los Emiratos Árabes, Bahréin, y restableció sus relaciones con Marruecos y Sudán esquivando la cuestión palestina, que volvió a estallar en la forma más trágica este 7 de Octubre”, afirmó.

De todos modos, dijo Kacowicz, la posible normalización de las relaciones entre Israel y Arabia Saudita “podría tener lugar luego de la guerra de Gaza, pero esta vez sin olvidarse de la cuestión palestina”.

En este contexto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, propuso a Netanyahu y al presidente palestino combatir con una coalición internacional al grupo Hamas, del mismo modo que lo hace el grupo creado en 2014, bajo el liderazgo de Estados Unidos, contra el Estado Islámico en Siria e Irak.

Mientras Hamas sigue lanzando cohetes contra Israel, apoyado desde el norte por la milicia proiraní Hezbollah, el gobierno de Netanyahu inició una campaña de bombardeos contra la Franja de Gaza, que causó la muerte de más de 7300 palestinos, según el ministerio de Salud de dicha ciudad.

Así y todo, Netanyahu, de 74 años, no quiso adelantar cuándo será la invasión, ya que existen divergencias entre los generales israelíes, informó el semanario británico The Economist.

Según este medio conservador, los bombardeos israelíes ya han destruido el nueve por ciento de las construcciones de Gaza, donde los civiles no tienen comida ni agua y los hospitales han dejado de funcionar.
Entre otras cosas, el ataque de Hamas afectó la popularidad de Netanyahu que gobierna con una coalición ultraderechista desde diciembre de 2022, ya que un 66% de los israelíes cree que debe dejar su cargo tras la finalización del conflicto bélico, informó el diario El País, de Madrid.

Al igual que para otros líderes de Israel, entre ellos el exprimer ministro Ariel Sharon, recordado entre otras cosas por retirar a las tropas israelíes de Gaza en 2005, la guerra será una prueba de fuego para Netanyahu, quien atraviesa su sexto mandato (1996-1999; 2009-2021).

En medio de la incertidumbre de Medio Oriente, donde Irán y Arabia Saudita se disputan el poder regional, los memoriosos recuerdan una olvidada resolución de la ONU de 1967, que aludía a la solución de los “Dos Estados”, uno israelí y otro palestino, con fronteras seguras, apoyada en la actualidad por más de cien
países, entre ellos Argentina.

Netanyahu, sin embargo, en algunas ocasiones ha relativizado esta teoría diplomática, que es hoy una ilusión política más que una realidad.

Por NP