Los graves inconvenientes en el abastecimiento de gasoil podrían repercutir de manera negativa en la provisión de frutas, hortalizas y verduras en los principales centros urbanos del país, alertó hoy la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
“Con respecto al faltante de gasoil, se prevé un inminente aumento en el precio logístico y una merma en los volúmenes de ingreso en los grandes mercados frutihortícolas”, advirtió la entidad en la presentación del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de mayo.
La brecha entre el precio que recibió el productor agropecuario y lo que pagó el consumidor final se amplió el mes pasado a 3,53 veces, un 7% más que en abril, con los casos extremos del limón y la naranja, en los que las diferencias del campo a la góndola fueron de 14,42 y 13,64 veces, respectivamente.
La situación podría agravarse en junio debido a los problemas mencionados de abastecimiento de gasoil en las diferentes regiones productoras.
En mayo, el 58,3% de los agroalimentos medidos aumentaron sus brechas entre origen y destino, mientras que el 41,7% restante registró una baja. Cebolla y naranja fueron los productos con mayor variación mensual, mientras que la menor se produjo en frutilla y limón.
Para el 54,2% de los productos agropecuarios relevados, los precios en los comercios de cercanía fueron menores a los importes que ofrecieron los hipermercados.
En promedio, la participación del productor en el precio final de venta fue tan solo del 25,9%, convirtiéndose en la más baja del año.
El IPOD frutihortícola subió 17,4% y alcanzó a una brecha de 6,23 veces del campo a la góndola, en tanto el ganadero bajó 0,03%, con una diferencia de 2,62 veces entre los dos extremos de la cadena.
La mayor brecha entre precio de origen y destino la tuvo nuevamente el limón, en la que el consumidor pagó 14,42 veces más de lo que cobró el productor.
Le siguieron la naranja (13,65 veces), el zapallito (10,31 veces) y la mandarina, con una diferencia de 10,3 veces.
Los productos con menores brechas, en tanto, fueron: huevos (1,9 vez), pollo (2,12), frutilla (2,14 veces), acelga (2,63) y leche (2,84 veces).
La brecha de la cebolla subió 96,8% y fue el producto con mayor incremento del mes, en un fenómeno explicado por una caída de 32,8% en el desembolso al productor y una suba de 32,3% en los precios al consumidor.
La mayor participación del productor se dio en el caso de los huevos, que recibieron en promedio el 52,6% de su precio de venta minorista (aunque 2 puntos menos que en abril).
La peor ocurrió en el limón, en la que el productor obtuvo apenas $6,9 de cada $100 que pagó el cliente por ese producto, aunque mostró una muy leve mejora frente a abril.