La deuda flotante del Estado nacional tuvo un significativo aumento en lo que va de 2022 y en octubre superó por primera vez el billón de pesos, de acuerdo con el seguimiento que realiza periódicamente la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
En su “Monitor de Deuda Flotante” (uno de los diez que elabora el organismo bicameral) se indicó que en octubre de este año (último dato disponible) la deuda flotante total fue de $1.104.219 millones, un 95,2% más que la existente al cierre de 2021, cuando se llegó a los $565.565 millones y un 255,5% más en la comparación interanual, si se tiene en cuenta que en octubre del año pasado el monto fue de $310.061 millones.
“La deuda flotante es un pasivo del Estado que representa obligaciones ciertas pendientes de pago” y está constituida por “los gastos realizados en determinado periodo que por diversos motivos todavía no han sido pagados”, explicó la OPC.
De ello, se deduce que esa deuda flotante implica un compromiso de pago en el corto o mediano plazo que por su volumen implica dificultades para el cierre de futuros resultados fiscales.
Los datos de octubre muestran que el 85,9% de la deuda flotante acumulada al mes correspondió a diferentes transferencias, el principal rubro en todos los meses analizados.
La OPC señaló que “desde el momento del devengamiento del gasto y hasta la realización del pago, existe la obligación pendiente de cancelación que constituye la deuda flotante”.
“De este modo, se puede calcular el stock de deuda flotante a un momento dado por diferencia entre los gastos devengados en el último ejercicio y el anterior y los efectivamente pagados”, indicó.
En ese sentido, precisó que “los gastos pendientes de pago comprenden tanto a obligaciones que están dentro de su plazo de pago como obligaciones ya vencidas (atrasos), que involuntaria o intencionalmente no fueron canceladas a su fecha de vencimiento”.