BUENOS AIRES (ANP).- Seguramente no hay otro agravio político que pueda lastimar más al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que compararlo con el genocida alemán Adolf Hitler.

Esto es lo que volvió a hacer esta semana el presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, para criticar a Netanyahu por la campaña militar que Israel lleva adelante en la Franja de Gaza para destruir al grupo islámico palestino.

Todo empezó el pasado 7 de octubre, cuando comandos de esa organización fundamentalista mataron a sangre fría a 1200 israelíes, entre ellos mujeres y niños, y secuestraron a más de 200 personas durante un sorpresivo asalto sobre el sur israelí.

Desde entonces, un total de 21.000 palestinos han muertos en dicha zona a causa de los ataques israelíes, por aire y por tierra, según informes del Ministerio de Salud controlado por Hamas, considerado un grupo “terrorista” por Estados Unidos y algunos países europeos.

La polémica entre Netanyahu y Erdogan no es nueva. Pero, ¿no es exagerado comparar al premier israelí con Hitler, el dictador nazi que puso en marcha una maquinaria sistemática de exterminio (a través de campos de concentración, fosas comunes, guetos y cámaras de gas), para asesinar a más de seis millones de judíos y de otras razas?

“A mí me parece un despropósito. Erdogan quiere contentar a su electorado, principalmente islamista o nacionalista turco. Es cierto que tiene muy mala prensa la acción militar israelí sobre Gaza, pero lo que está haciendo el presidente turco es llevar agua hacia su molino”, dijo el analista Ezequiel Kopel.

En declaraciones a la agencia Nuevas Palabras (ANP, el autor de “La disputa por el control de Medio Oriente”, entre otras obras, opinó: “Es una exageración lo que dijo Erdogan, como también es una exageración la respuesta de Netanyahu que lo acusó a Erdogan de cometer un genocidio con los kurdos”.

“Sinceramente, el presidente de Turquía no quiere ni un poquito a los kurdos. Pero tirar esa acusación cuando realmente los atacó y los ataca, aunque no hizo un genocidio contra ellos, es demasiado”, señaló.

La palabra “genocidio” fue creada por el jurista polaco Raphael Lemkin en 1944, para calificar las atrocidades cometidas por el régimen nazi contra millones de judíos y gitanos, entre otras razas, que proviene del sustantivo griego genos (raza, pueblo), al que agregó el sufijo latino “cide” (matar).

De acuerdo al Estatuto de Roma de 1998, un genocidio consiste en destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso.

“La comparación que hizo Erdogan entre Netanyahu (foto) y Hitler es burda y demagógica. De hecho, podemos encontrar paralelos entre Erdogan y Netanyahu, y no entre Netanyahu y Hitler. Con toda la critica que uno puede tener contra Netanyahu por su responsabilidad a la cabeza del peor gobierno en la historia de Israel, Netanyahu no tiene una ideología extrema, ni tampoco tuvo o tiene un plan de ´solución final´ del pueblo palestino e intenciones genocidas”, dijo a la ANP el analista Arie Kacowicz.

“Netanyahu sufre de megalomanía y de hubris (desmesura), igual que Erdogan y el dictador nazi, pero compararlo con Hitler es un insulto a la memoria del Holocausto, y también es una medida demagógica e hipócrita de Erdogan, que no ha roto relaciones diplomáticas con Israel”, señaló Kacowicz, profesor en Relaciones Internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Además del Holocausto (shoá) hay otros genocidios ocurridos a lo largo de la historia, como la matanza de millones de armenios bajo el Imperio Otomano (actual Turquía), el 22 de abril de 1915; Camboya con el Mer Rouge en la década de 1970 y Ruanda (eliminación del 70% de la población tutsi por parte de los hutus) en 1994, entre otras tragedias.
“Vimos los campamentos de los nazis israelíes en los estados, ¿no? ¿Qué tipo de actos son estos?”, preguntó Erdogan, según informó la cadena de televisión turca TRT. “Hablan de Hitler de forma extraña, pero ¿cuál es la diferencia entre usted (Netanyahu) y Hitler?”, preguntó el presidente turco.

Turquía es partidaria de la solución de los “dos Estados”, uno israelí y otro palestino, que es apoyada por un centenar de países.
Estados Unidos se manifestó preocupado por los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza. Anteriormente, a principios de noviembre,su presidente Joe Biden había pedido tres días para rescatar a unos 200 rehenes capturados por Hamas. En aquella oportunidad, el mandatario volvió a manifestar sus críticas por la reocupación de Gaza.

Se estima que 150.000 palestinos han sido forzados a huir de áreas del centro de Gaza, debido al avance de las fuerzas israelíes contra los campos de refugiados palestinos de Bureij, Nuseirat y Maghazi.

Esta semana, a casi tres meses del inicio de la guerra, la ONU pidió a Israel que ponga fin a los “homicidios ilegales” entre la población palestina en la Cisjordania ocupada y condenó la violencia y la represión “como no se había visto desde hace años” por parte de las fuerzas de seguridad israelíes.

Por NP