BUENOS AIRES (AMP).- En los últimos 15 años el sistema de jubilaciones y pensiones duplicó la cantidad de beneficiarios al mismo tiempo que los ingresos por seguridad social con relación a los beneficios pagados bajaron, advirtió la consultora Quantum, a partir de datos oficiales.

Esa diferencia entre beneficiarios y aportantes deja “un déficit de casi 3% del PBI por año, que es cubierto por aportes directos del Tesoro -una parte con emisión monetaria- y asistencia del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), que se va descapitalizando con el correr del tiempo”.

Este desequilibrio “torna al sistema insostenible, lo cual exige repensarlo. La introducción de un nuevo régimen de aportes voluntarios que funcione en paralelo podría ser necesaria en el rediseño”, aconsejó la consultora que dirige el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx.

De cualquier manera, “encontrar una solución al desequilibrio del sistema involucrará una cantidad no menor de recursos, implicará costos altos, llevará tiempo y requerirá consensos políticos y sociales para realinear incentivos que permitan aumentar la cantidad de aportes y reducir la informalidad laboral”, destacó Quantum a través de un informe.

Recordó que con la reestatización, en el 2008, el sistema previsional “volvió a tener como ingresos los aportes de los trabajadores activos, pero también se hizo cargo del pago de beneficios de los aportantes al sistema de capitalización y los nuevos beneficiarios”.

Efectivamente, “desde 2007 se incorporaron nuevos beneficiarios, muchos de ellos sin a haber hecho los aportes correspondientes”.

La primera moratoria fue en 2007 e incluyó 1,4 millones de personas. Hasta ese momento, el sistema pagaba jubilaciones y pensiones a 3,5 millones de personas, es decir, que aumentó un 50% la cantidad de beneficiarios.

Pero “entre 2007 y 2015 el sistema duplicó la cantidad de beneficiarios. En 2021 se registró un total de 6,8 millones de beneficiarios, pero el 53% eran jubilados y pensionados que se incorporaron al sistema mediante moratorias, incrementando el problema de su financiamiento”.

En términos de ingresos y egresos del sistema, el desequilibrio es importante. “En 2021 los ingresos por aportes y contribuciones de los trabajadores activos ascendieron a $ 1,96 billones, mientras que los beneficios pagados por la seguridad social superaron los $ 3,3 billones, un déficit de $ 1,4 billones, el equivalente a 3% del PBI”.

Quantum recuerda que el sistema se apoya en que los trabajadores activos aporten parte de los salarios y las empresas efectúan aportes complementarios para pagarle a los trabajadores pasivos.

“Se observa que la relación de aportes y contribuciones con el pago de beneficios es 0,84, muy por debajo de los estándares internacionales para este tipo de sistemas”, advirtió el documento. “Esta relación pone en riesgo la viabilidad del sistema actual”.

Por NP