Buenos Aires, (ANP) – La creación de moneda se ha venido desplomando en el último mes como consecuencia de la política de pagar tasas de interés negativas por por parte del Banco Central, combinado con el hecho de que el Tesoro dejó de requerir asistencia monetaria. Y todo ello combinado con una caída de la demanda de dinero.
Así lo indican los economistas Javier Okseniuk y Melisa Sala en un informe de la consultora LCG. «Ya sea por una menor asistencia directa al Tesoro (y la recompra de deuda en poder el BCRA) como por menores intereses pagados por instrumentos de esterilización (pases), hay menor creación de base monetaria», señalan Okseniuk y Sala.
El estudio indica que «ambos factores más que compensan las mayores compras que el BCRA está haciendo en el mercado de cambios». Desde que el gobierno de Javier Milei llegó al poder ya llevan comprados unos u$s7.000 millones.
Según indica el reporte de LCG, «la base monetaria cayó 6,6% mensual real en diciembre y otro tanto en enero» mientras que «en comparación con un año atrás se desplomó un 40% medido en términos reales».
junto con ello los economistas plantean que está cayendo la demanda de pesos, pero la oferta lo está haciendo mas fuerte y por eso se puede explicar la caída de los índices de inflación.
«Diciembre es habitualmente un mes de mayor demanda, pero en diciembre de 2023 y enero de 2024 el circulante cayó. ¿Por qué? Posiblemente por el aumento de la inflación (los pesos queman), por la incertidumbre cambiaria, por la recesión, y por la
tendencia habitual a usar cada vez más medios de pago electrónicos», señala el reporte.
De modo que, aunque el gobierno sigue quitando oferta de pesos al mercado, este demanda aún menos la moneda local. de lo que resulta que la política monetaria sigue siendo expansiva.
Bastardear al peso, un paso previo a la dolarización
Los economistas de LCG sostienen que a pesar de ello, como el gobierno va a seguir con los controles de cambio, lo que va a ocurrir es una licuación de pesos con los cuales defender el tipo de cambio cuando se eliminen las restricciones.
Por ello advierten que «castigar el ahorro en pesos puede tener efectos nocivos de mediano y largo plazo», ya que bastardear el peso no debería ser parte de la política monetaria después de tantos años castigándolo de diversas maneras».
«Defender la idea de que el ahorro se canalice en instrumentos en pesos debería ser la política adecuada, sobre todo si se robustecen las cuentas fiscales. Sigue siendo una posibilidad la idea de que lo que está atrás del castigo de nuestra moneda sea una estrategia de dolarizar la economía»