BUENOS AIRES (ANP).- La primera semana de octubre comenzó con fuertes presiones cambiarias que llevaron al dólar informal cerca de los $ 900 este viernes y con el desalentador dato del alza de 12% en el nivel de precios al consumidor que mide el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El primero se ve agravado por el temor palpable de que la cotización del billete en el mercado del blue todavía no esté ni cerca de su techo y que su valor siga escalando hasta desatar una debacle en el tiempo que resta hasta que se sepa quién será el próximo presidente del país.
En el segundo caso, el número de IPC porteño anticipa que el índice general nacional, que se publicará el próximo jueves 12 de octubre, no estará muy lejos de ese registro de 12%, que por otra parte es el más alto desde 2012.
Según detalló la oficina de estadística porteña, el IPC en CABA estuvo motorizado por los Alimentos y la Indumentaria, que tuvieron un avance mensual de 14,1% y 15,4% respectivamente. En el primer ítem, se encarecieron sobre todo la carne y derivados (16,8%) y el pan y cereales (12,4%).
En cuanto al dólar, el blue finalizó este viernes en $ 870 para la compra y $ 880 para la venta, mientras que el MEP se disparaba a más de $ 820,50, lo que implica un alza de 4,6%, pese a las medidas de control cambiario publicadas hoy en el Boletín Oficial. En cambio, el CCL registraba una desaceleración de 2,5%.
Este derrotero alcista inexorable que está siguiendo el dólar indica la certeza de que el modelo del Gobierno está totalmente agotado porque la escalada de la divisa estadounidense muestra que el billete ya es inmune a cualquier medida o restricción.
Al respecto, el expresidente del BCRA, Martín Redrado, comentó ayer a CNN Radio que el aumento del dólar está diciendo que hay «una equivocada política cambiaria» que se lleva adelante desde hace varios años.
«Todas estas restricciones que se vinieron generando, y las distintas alternativas de incentivos, generaron más distorsiones y un proceso de desacumulación de reservas que lamentablemente no se frena», señaló.
En cambio, propuso lograr el equilibrio fiscal y establecer un programa económico que le permita a Argentina pagar su deuda con el FMI. «Si se sigue este hilo, los tipos de cambio van a bajar porque los bonos argentinos subirán de valor y dará aires en materia cambiaria», concluyó.