BUENOS AIRES (ANP).- La mayor parte del público y de los críticos seguramente recordarán a Pepe Soriano —quien falleció hoy a los 93 años— por su inolvidable composición de La Nona, y por sus excepcionales interpretaciones en La Patagonia rebelde y Asesinato en el Senado de la Nación, obras que reúnen lo mejor de una vida entregada a la actuación.

Sin embargo, lo que deja es mucho más que papeles magistralmente desarrollados y películas emblemáticas de nuestro cine porque el querido actor supo hacer lo que pocos grandes logran: negarse a subir al pedestal que el mundo del espectáculo le había levantado para mostrar su arte en comedia y drama sin opacar a los actores que lo secundaban. Todo lo contrario. A su lado, los más jóvenes no podían sino brillar.

Fue el caso de la obra teatral Visitando al Señor Green estrenada en 2005 en el Multiteatro de Buenos Aires, en la que Soriano compartió cartel con Facundo Arana, un actor que hasta entonces había triunfado como galán de telenovelas y que no parecía prometedor para una propuesta dramática.

En una entrevista al diario Clarín, el rubio había confesado que su mayor ambición en ese momento era homenajear a Soriano con el trabajo. «Pepe tiene una energía envidiable, una actitud que te conmueve. Con lo que dice, con lo que hace y con lo que calla, me deja una huella muy marcada como ejemplo que quiero seguir. Una huella noble, honorable, digna… una huella que se distingue fácil entre las del montón», expresó Arana.

Como contrapartida, Soriano había confesado a su vez a ese medio que él prefería no darle ningún consejo a su joven compañero, salvo recordarle lo efímero de la fama y que no se dejara llevar por los cantos de sirena.

«Puede ocurrir que alguno crea que porque Facundo viene de la televisión no sepa hacer teatro. Bueno, ése se va a equivocar fulero. Muchos, estoy seguro de lo que digo, se van a llevar una sorpresa», dijo, y tuvo razón. Arana ganó un premio ACE por su interpretación de Ross Gardiner en la obra escrita por el estadounidense Jeff Baron.

Pero el caso de Arana no fue el único. Soriano, que filmó «Nocturna» en 2021, su último trabajo en el que sorprendió adentrándose en el género de terror, fue despedido hoy con mensajes de cariño y respeto por sus viejos colegas y por los nuevos, los que tuvieron la suerte de aprender de su grandeza y de la sencillez que fueron los pilares de una gran, una enorme carrera actoral.

Por NP