BUENOS AIRES, AGO 20 (ANP) Cuando el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó el septiembre del año pasado el presupuesto del 2021 le dijo a los legisladores que el déficit fiscal proyectado para este ejercicio sería del 4,2%. La realidad es que la estrategia de subir impuestos le está dando cierto resultados. Este año se proyecta que el déficit será del 3,6% aún con los nuevos gastos agregados ultimamente.
El dato figura en el ultimo informe del IERAL, la escuela de negocios de la Fundación Mediterránea. Y tiene que ver sobre todo con la fuerte suba de impuestos de este año, con el Aporte Solidario y la suba en Bienes Personales, como así también, por la caída del gasto en jubilaciones y salarios de empleados públicos. Ese combo le permitió al ministro de Economía un ahorro importante en la primera mitad del año. Aún ampliando el gasto en función de la campaña electoral para subir el consumo, el resultado será mejor que lo imaginado el año pasado.
«En función de la estacionalidad de gastos del primer semestre de 2021, se pueden proyectar las cuentas públicas del sector público nacional para todo 2021, agregando a esa estimación los anuncios de mayores erogaciones desde julio (como los incrementos en los subsidios eléctricos o la recarga de la Tarjeta Alimentar) por un monto de 732.817 millones de pesos. De esta forma, el resultado primario de 2021 se posicionaría en 3,6% del PIB, unos 0,6 puntos por debajo del déficit expresado en el Presupuesto 2021 (4,2%), pero 3,2 puntos porcentuales superior al observado en 2019 (sin pandemia)», señala el IERAL
El reporte plantea que «entre julio y diciembre de 2021, el Sector Público Nacional (SPN) podría exhibir un déficit de 2,7% del PIB, contra 3,2% y 0,6% en igual período de 2020 y 2019, respectivamente. Así, en el segundo semestre de 2021 se estaría volviendo al déficit promedio observado en 2016 y 2017, antes de la crisis y recesión iniciada en 2018».
Banco Central
El IERAL destaca que la asistencia del BCRA al Tesoro acumulada al 12 de agosto equivale a 1,78% del PIB, «con una importante caída respecto de las transferencias de 2020, que para igual fecha alcanzaban a 5,6 % del PIB, pero por encima de cualquier año entre 2010 y 2019».
«Por caso, en los años electorales de 2013 y 2015 (también bajo el régimen del “cepo”), la emisión monetaria de origen fiscal para igual fecha alcanzaba a 1,13% y 1,08 % del PIB, respectivamente», dice el informe,
Renovando deuda
En otro aspecto, el reporte señala que «el rollover de deuda en lo que va de agosto fue de 106%, del cual un 45,1% fueron instrumentos en moneda local, el 36,7% en bonos ajustados por CER, y 18,3% en bonos dollar-linked, es decir, atados al tipo de cambio» por lo que «el acumulado anual del refinanciamiento de las deudas del Tesoro alcanza el 121% al 12 de agosto de 2021»
Tres escenarios para la emisión
Según indica la entidad con sede en Córdoba, la dinámica del rollover de la deuda pública nacional determinará qué pasará de acá a fin de año con la emisión monetaria. Se plantean 3 escenarios, con rollover de deuda del 120%, 100% y 80% de aquí a fin de año. De esta forma, el BCRA terminaría asistiendo al Tesoro en 2,3% del PIB con un rollover del 80% en lo que resta del año (caso pesimista), con una consecuente variación interanual de la base monetaria del orden del 59,9% (diciembre contra diciembre). En el escenario intermedio, el rollover de 100% la base monetaria crece 48%.En cambio, en el escenario optimista (rollover del 120% de aquí a fin de año), la asistencia sería del 1,0% del PIB, con una variación interanual de la Base Monetaria más acotada, del 38,2%.
Esterilizar es la clave
El informe estima como pueden quedar los pasivos del Banco Central luego de ello. «¿Cómo evolucionarían los pasivos monetarios del BCRA si se esteriliza en la cantidad suficiente para que la BM no aumente más de 40% en diciembre 2021? Si se suponen los tres niveles de rollover mencionados anteriormente 80%, 100% y 120%) de aquí a fin de año, y que el BCRA no desea que la suba de la BM resulte superior al 40% , a fin de año se tendrían pasivos monetarios del BCRA del orden de 11,3%, 10,6% o 9,8% del PIB, respectivamente». «Esto sin incluir la acumulación de intereses por Leliq y pases de aquí a fin de año, que agregan pasivos por 1,25 % del PIB. Cabe destacar que en 2017, antes de la crisis que se precipitara en 2018, estos pasivos del BCRA habían alcanzado a 11,4 % del PIB», advirtió el IERAL.