BUENOS AIRES, JUN 28 (ANP).– El ministro de Economía, Martín Guzmán, anticipó hoy que Argentina propondrá al G-20 que se cobre un impuesto global del 25% a las multinacionales, con la intención de paliar el impacto de la pandemia.
Guzmán lanzó la propuesta durante su disertación en el panel “¿Cómo lograr un impuesto global que sea justo para el mundo?”, organizado por el G-24 y la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT).
En su exposición, el jefe de Hacienda sostuvo que “hoy cobrar impuestos a las corporaciones multinacionales es una necesidad”, y justificó su postura en las desigualdades y asimetrías entre los países avanzados y el resto, que se vieron profundizadas por la pandemia.
“La tasa mínima corporativa global del 15% es demasiado baja y hay un riesgo sustancial de que termine siendo, de hecho, la tasa máxima; desde Argentina, consideramos que una tasa del 21% sería mejor y una del 25%, aún mejor”, resumió. Esa posición es la que Argentina planteará en pocos días, durante la reunión del G-20 programada para el 9 y 10 de julio.
Para Guzmán, el mejor camino para llevar a cabo las transformaciones que necesitan los países más pobres para lograr el desarrollo económico y social es el aumento de los ingresos fiscales. “También estamos impulsando a nivel global una adecuación en las líneas de crédito de los organismos multilaterales que se adapten a los desafíos actuales que requieren soluciones a largo plazo”, agregó.
La idea de empezar a considerar la aplicación de “medidas tributarias unilaterales”, en caso de que haya consenso mundial para aplicar la propuesta de Argentina, lógicamente ya despertó críticas en las redes sociales.
El economista de la UCA y UTDT, Gabriel Caamaño, consideró que la iniciativa de subir la presión impositiva “es la mejor receta para profundizar esas desigualdades” mencionadas por Guzmán para justificar la polémica propuesta.
Por su parte, el tributarista Diego Fraga ironizó sobre el pedido de mayor colaboración que lanzó hoy el ministro para las corporaciones, luego del cambio de reglas de juego introducido en la mitad del ejercicio fiscal, que significó el aumento de 25% a 35% de la alícuota de Ganancias para las sociedades.