BUENOS AIRES, MAR 11 (ANP) .- La economía argentina esta golpeada en los últimos días por tres hechos que explican parte de la incertidumbre generada en el mercado financiero, donde el riesgo país llegó a casi a los 1700 puntos, y en estos tres hechos el ministro Martín Guzmán queda prisionero de la situación.
1 – El llamado “Vacunatorio VIP” que tiene su explicación en el manejo por parte del Estado del reparto de un bien escaso como son las vacunas y donde no se deja actuar al sector privado.
Esta situación le podría generar grandes problemas en la economía si antes del invierno la situación no mejora. Guzmán podría ser el chivo expiatorio si la economía no se recupera rápido en el segundo semestre del año más allá que el Gobierno quiera poner más dinero en los bolsillos con menos trabajadores que paguen el Impuesto a las Ganancias.
2 – El discurso confrontativo del presidente Alberto Fernández en la apertura de la Asamblea Legislativa, en particular la intención de una iniciar una querella criminal contra el ex presidente Mauricio Macri por el acuerdo realizado con el FMI.
Guzmán se ha mostrado siempre como una especie de garante de una futura renegociación del acuerdo con esa institución y de hecho viaja la semana próxima a Washington.
3 – La tibia relación entre el ministro con gran parte del gabinete económico y con las principales figuras del kirchnerismo como el diputado Máximo Kirchner y el gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof
Las declaraciones de los últimos días del ministro han puesto en alerta a las principales figuras del Instituto Patria. Pero las realizadas el lunes pasado en la Universidad Nacional de Catamarca son las que más han molestado a los dirigentes del kirchnerismo.
Guzmán ratificó el último lunes que Argentina necesita «construir una posición fiscal más robusta» y aseguró que «hablar de sostenibilidad fiscal no es un concepto de derecha». «Hay una tendencia asociar la reducción de déficit fiscal con la derecha, eso está mal -apuntó el ministro-.
A su entender “lo que la derecha pide es un Estado chico, que tiene bajos impuestos y gasta poco, y tiene poca presencia en la economía, menor a la que muchos consideramos que debe tener para cuestiones clave del desarrollo como la ciencia, la educación, la salud pública, la innovación y el desarrollo y la logística, y la transformación económica».
También ponderó a Néstor Kirchner justamente por cuidar la caja y no recurrir a la emisión monetaria citando además que en esa época el presidente Alberto Fernández era el jefe de Gabinete.
La relación de Guzman con el kirchnerismo duro se comenzó a romper hace unos 20 días luego de una discusión por el tema tarifas con Axel Kicillof y el resto del gabinete económico que finalizó con un viaje a El Calafate.
Lo que Guzmán plantea es un aumento de tarifas para reducir los subsidios a las tarifas pero con sus declaraciones ha quedado prisionero del kirchnerismo cuyos principales dirigentes como Máximo Kirchner están en contra de un aumento de tarifas antes de las elecciones y también le han solicitado a las petroleras, en particular a YPF, que evalúen la posibilidad para que no haya mas aumentos en los precios de los combustibles hasta después de las elecciones.
Por otra parte el canje de deuda diseñado por Guzmán está en el ojo de la tormenta no solo en el mercado financiero sino también en el corazón del kirchnerismo.
Por contrapartida, uno de los puntos a favor de Guzmán es haber logrado bajar la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los financieros al 60 % su menor valor de los últimos 11 meses y también quedarse con parte de la gran cantidad de divisas que los exportadores liquidan al BCRA.
Entre esa quietud de los dólares alternativos y las proyecciones de una inflación futura cercana al 50 % aparecen los pagos a organismos financieros internacionales como el de mayo por unos US$ 2.300 millones al Club de Paris y los US% 1.800 millones al FMI en septiembre.
Por lo que pudo investigar ANP la consigna del kirchnerismo y en particular el consejo de Axel Kicillof a CFK es no pagar al Club de Paris y no firmar un acuerdo con el FMI hasta después de las elecciones de medio término cuya fecha por ahora es el 24 de octubre próximo.
En ese aspecto hay que destacar que desde el gobierno esperan una especie de LOTO internacional si el FMI decidiese emitir DEGS a escala mundial por la pandemia por unos USD 500.000 millones. “Se trata de un instrumento pensado para países caribeños y africanos pero que de rebote le caerían al BCRA divisas del cielo por unos US$ 3.500 millones en estos activos de reserva llamados DEGS” señalan desde la consultora M&S.
Con estos activos de refuerzo se pagarían los vencimientos 2021 con el propio FMI. Esto significaría un gran alivio para un ministro que en los últimos días se ha mostrado ideológicamente en términos económicos más cerca Cambiemos que del gobierno actual.