Buenos Aires, mar 28 (ANP) El Ministro de Economía Martín Guzmán confía en que el FMI cumpla su palabra y a mediados de abril posponga sin fecha los pagos de intereses, para que Argentina pueda realizar lo mismo con los US$ 68.843 millones en manos de acreedores privados.
A 72 horas que de venza el plazo para presentar la oferta para restructurar la deuda externa en manos de privados, desde el Palacio de Hacienda no brindan ninguna señal de querer cumplir con la fecha que se autoimpusieron a finales de enero. Lejos quedaron las promesas de hacer un “road-show” por lo menos “virtual” para dar a conocer la propuesta, la cual nunca se esbozó.
En medio de un camino zigzagueante, Guzmán realizó el viernes de la semana anterior una teleconferencia en la que dejó en claro que “todavía hay tiempo para negociar” los US$ 68.843 millones en bonos que entrarán en la restructuración, pero advirtió que ese tiempo está acotado al nivel de reservas que tiene el Banco Central para hacer frente al pago de vencimientos.
En medio de ese panorama, Guzmán, quien pasó la semana pasada completa atendiendo la crisis interna desatada por el Coronavirus, recibió el miércoles una ayuda inestimable del propio Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial quienes pidieron a los acreedores bilaterales de los países con las economías más vulnerables que “congelen el reembolso de deudas” para que puedan, en su lugar, destinar el dinero para combatir la pandemia de coronavirus.
“El Banco Mundial y el FMI creen que es imperativo en este momento dar un sentido global de alivio a los países en desarrollo así como una fuerte señal a los mercados financieros”, indicaron en un comunicado conjunto.
Asimismo, pidieron al G20 ser puestos a cargo de esta tarea de evaluación para hacer la lista de países con niveles de deuda insostenible y trabajar en una reestructuración. “Invitamos a los líderes del G20 a encomendar al Grupo Banco Mundial y el FMI estas evaluaciones, incluyendo indentificación de los países con situaciones insostenibles de deuda, y preparar una propuesta para una acción abarcativa de parte de los acreedores bilaterales”, expresa un párrafo del comunicado al respecto.
La propuesta será presentada para aprobación durante las reuniones de primavera boreal de ambos organismos, que tendrán lugar los días 16 y 17 de abril y se realizarán de forma virtual.
Las palabras del FMI y el BM coinciden con el planteo inicial de Guzmán quien aseguró que para el refinanciamiento de la deuda será necesario tener un superávit primario de entre 0,8 y 1,2 % del PIB en el mediano plazo, con un crecimiento de 1,5 y 2 % en términos reales y reservas por US$ 65.000 millones algo que recién se dará en el 2024, justo cuando Alberto Fernández termine su mandato.
«Esto nos da margen para eventuales shocks externos, los denominados ‘cisnes negros'», aseguró Guzmán quien reconoció que estas proyecciones, las hizo antes de que se desatara la pandemia.