BUENOS AIRES (ANP).- Dos años después de invadir Ucrania, Rusia está un paso adelante en los campos de batalla del este ucraniano, favorecida por las indecisiones de Estados Unidos y sus aliados de suministrar más ayuda al gobierno de Volodimir Zelensky.

Sin embargo no todo es fiesta para Vladimir Putin, debido a la súbita muerte de Alexei Navalny, el principal líder opositor, ocurrida en una cárcel del Ártico a mediados de febrero, lo que ha vuelto a poner en duda la credibilidad del presidente ruso, a veintiún días de celebrarse elecciones presidenciales.

Si bien es favorito para ganar dichos comicios, gracias a una popularidad cercana al 80%, según el independiente Centro Levada, Putin se ha convertido en una suerte de “paria” de Occidente (aunque mantiene buena relación con China y algunos países de América Latina), luego de invadir a la exrepública soviética, el 24 de febrero de 2022.

Un año después de iniciada la guerra, la Corte Penal Internacional (CPI), con el apoyo de la ONU, envió una orden arresto contra el líder ruso por presuntos crímenes de guerra, relacionados a la deportación y el traslado ilegal de niños de las zonas ucranianas ocupadas.

Por lo demás, tanto la viuda del abogado anticorrupción ruso, Yulia Navalnaya, como el presidente estadounidense, Joe Biden, han culpado al jefe del Kremlin por la muerte de Navalny, que ya había sido envenenado el 20 de agosto de 2020 con agente nervioso Novichok.

A una semana de su muerte, Biden acusó a su colega ruso de ser un “loco Hdp”, durante un acto de campaña en San Francisco, California, y el jefe del Kremlin comparó al mandatario demócrata con “un vaquero de Hollywood”.

Ucrania, por otra parte, no puso llevar adelante la anunciada “contraofensiva de verano” contra los rusos, cuyas fuerzas armadas controlan actualmente cerca de un cuarto del país, según informes de la prensa estadounidense.

Así y todo, Putin, de 71 años, se muestra orgulloso por la marcha de la economía, que ha crecido 1% más que en febrero de 2022, dado que hay muchos compradores de petróleo, gas y minerales rusos, especialmente en Asia. De todos modos, las sanciones de los países occidentales pueden tomar años en mostrar sus resultados.

Desde hace meses, el Congreso de Estados Unidos, de mayoría republicana en la Cámara de Representantes y de control demócrata en el Senado, debate un nuevo paquete de ayuda por unos US$ 60.000 millones para Ucrania.

En medio de ese juego de acusaciones, Zelensky pidió al expresidente Trump que visite Ucrania para ver la tragedia humanitaria que sufre ese país.

Desde que comenzó el conflicto hace dos años, el magnate neoyorquino, que es favorito para ganar la candidatura republicana para las elecciones presidenciales de noviembre, se niega a que EEUU suministre más ayuda a Kiev.

A mediados de febrero, Trump aseguró que si vuelve tomar las riendas de la Casa Blanca pondrá fin a la guerra de Ucrania y calificó a Zelensky como “el mayor vendedor de la historia”.

Para Clara Sánchez, integrante del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), a dos años de la contienda bélica “hay una generación de hombres ucranianos que perdieron la vida, lo cual es un desafío a largo plazo para Ucrania; vemos también que la ayuda internacional se ralentiza cada vez más, debido a que la Unión Europea (UE) es reticente a seguir enviando medios”.

“Hay un desgaste de las fuerzas armadas ucranianas, lo que complica al gobierno de Zelensky en una guerra sanguinaria, donde ha habido enfrentamientos cuerpo a cuerpo”, dijo la académica en declaraciones a la agencia Nuevas Palabras.

La experta resaltó que “las sanciones internacionales siguen incrementándose contra Putin, con lo cual el mandatario ruso se enfrenta a un ahogo económico y a tener que seguir buscando socios en el resto del mundo, para poder vender sus activos (“commodities”, sobre todo, petróleo, gas y trigo)”.

“China y la India han sido un factor interesante, ya que han comprado con bastantes descuentos estos bienes, y así se han convertido en socios de la cartera económica de Moscú”, señaló.

La analista opinó que “lo que se vislumbraría es una posible tregua en la guerra, ya que Putin está queriendo llevar a Zelensky a una negociación que defina el límite territorial actual de Ucrania, donde la zona fronteriza del Dombás (este) quede bajo territorio y el control ruso”.

La académica aseguró que “otra de las cosas que se están negociando en la guerra, es si Ucrania va a poder conservar su salida actual al mar Negro, y si va a poder firmar una paz o por lo menos un armisticio” con Rusia.

A principios de febrero, Putin dijo durante una entrevista con la radiotelevisión estatal rusa que para Occidente la guerra es una mejora de su posición táctica en el mundo. “Pero para nosotros (Ucrania) es nuestro destino, es una cuestión de vida o muerte», afirmó el mandatario ruso que admira a Pedro el Grande, el zar que invadió Europa.

Por NP