BUENOS AIRES (ANP).- El informe de Amnistía Internacional (AI) que acusa a Israel de cometer un genocidio contra los palestinos en Gaza cuestiona una vez más la credibilidad del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, cuya captura fue solicitada a fines de noviembre por la Corte Penal Internacional.

La palabra genocidio tiene una connotación especial, sobre todo para los israelíes que lo sufrieron a manos del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y a veces es usada con absoluta liviandad por políticos de pacotilla.

En 1948, la Convención contra el Genocidio, encargada de determinar el asesinato de seis millones de judíos en el Holocausto, definió a estos crímenes como “los actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.

En 1944, el primer ministro británico Winston Churchill llamó a dichos actos “el crimen sin nombre”. Pero, a continuación, el jurista polaco Raphael Lemkin creó la palabra genocidio tomando el sustantivo griego “genos” (raza, pueblo” y el sufijo latino “cid” (matar).

En su informe, de 296 páginas, AI se convirtió en la primera organización de derechos humanos en señalar que hay datos suficientes para creer que la conducta de Israel en Gaza constituye un “genocidio”.

Sin embargo, la investigación, fue calificada de “completamente falsa” por el gobierno de Netanyahu.

El 21 de noviembre, la Corte Penal Internacional emitió una orden de captura contra Netanyahu (foto) y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, así como de Mohamed Deif, un jefe de Hamas declarado muerto por Israel en junio pasado durante un bombardeo en la Franja de Gaza.

Mucho antes de la denuncia de AI, con sede en Londres, la relatora especial de la ONU, Francesca Albanese había acusado a Israel de estar cometiendo un genocidio en Gaza, el 26 de marzo pasado.

Amnistía sostiene que los crímenes cometidos por Hamas el 7 de octubre de 2023, cuando asaltaron el sur israelí y mataron a 1200 personas, la mayoría de ellos civiles, y secuestraron a otras 240, “no pueden justificar jamás el genocidio de Israel contra la población palestina”.

Desde que ese grupo atacó a Israel, un total de 44.532 personas murieron en Gaza, la mayoría de ellos civiles, según el ministerio de Salud de Hamas, cuyas cifras son consideradas fiables por la ONU.

“El informe de AI no toma en cuenta que Hamas ha emprendido una guerra que actúa desde la sociedad civil palestina contra la sociedad civil israelí. Entonces, en dicha circunstancia, el número de víctimas civiles palestinas es también responsabilidad de la organización islámica”, dijo el analista Mario Sznajder.

En declaraciones a la agencia Nuevas Palabras, el doctor en ciencias políticas y profesor emérito de la Universidad Hebrea de Jerusalén mencionó que “las fuentes palestinas, y también AI, no señalan que más de las 17.000 víctimas son combatientes de Hamas, sin mencionar tampoco a los activistas que los albergan y los apoyan”.

“Por eso, queda claro que el relato de Amnistía Internacional es la narrativa palestina, dejando de lado completamente la información israelí y los datos básicos. La parcialidad ideológica no contribuye nunca a aclarar ninguna realidad; tampoco en este caso” de Gaza, señaló el politólogo.

En su informe, AI pide a las Naciones Unidas que hagan cumplir un cese el fuego de manera urgente y que a la vez imponga un embargo total de armas. También solicita que se sancione a los mandos de jerarquía de Israel y de Hamas.

La organización humanitaria pidió, asimismo, la liberación de un total de 101 rehenes que se encuentran en poder de Hamas, de los cuales la mitad se cree que no han sobrevivido, de acuerdo a informes de la prensa israelí.

Ezequiel Kopel, autor del libro “La disputa por el control de Medio Oriente”, entre otras obras, señaló a la agencia ANP: “No sé si es un genocidio lo que ocurre en Gaza; lo que sí sé es que es una limpieza étnica, con muchísimos crímenes de guerra”.

“Creo que la idea de parar la guerra es medio falsa, porque Gaza está completamente destruida”, señaló el periodista especializado en Medio Oriente. Al respecto, opinó que la discusión actual tendría que ser “si Israel se puede retirar del enclave y hacer un intercambio de los secuestrados israelíes por prisioneros palestinos”.

Más allá de la acusación de AI sobre el supuesto genocidio en Gaza, llevará tiempo establecer la verdad sobre lo ocurrido durante la guerra en ese territorio palestino, ocupado en la actualidad por Israel, del que ya se había retirado en 2005 bajo el gobierno del primer ministro, Ariel Sharon.

Francia, por ejemplo, reconoció su responsabilidad en el genocidio de Ruanda a fines de mayo de 2021, veintisiete años después de que se cometiera la matanza que causó unos 800.000 muertos, en su mayoría tutsis, entre abril y julio de 1994.

Por NP