Buenos Aires, (ANP) – El plan «platita» que anunció ministro de Economía, Sergio Massa, durante el último domingo tendría un costo de 0,3% del PBI, segùn estimaciones de la consultora Equlibra. La medida complicará el objetivo de déficit fiscal acordardo con el FMI.

«El gobierno anunció un paquete de medidas para morigerar el efecto de la devaluación sobre el poder adquisitivo. Según nuestras estimaciones, el impacto sobre las cuentas fiscales rondaría AR$ 590.000 millones (0,3% del PBI) «, señaló Equilibra.

En su ùltimo reporte, señala que «el objetivo fiscal acordado con el FMI no sufrió modificaciones» de modo que «el déficit primario acumulado a julio fue de AR$ 2,2 billones (1,3% del PBI) por lo que la meta anual de AR$ 3,5 billones (1,9% del PBI) luce difícil de alcanzar».

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«En lo que resta del año el recorte del gasto primario en términos reales debería ascender a 14% i.a. para cumplir con la meta del Fondo», estima la consultora.

No obstante, señala que «caerìa -en el mejor de los casos- 10% i.a., compatible con un rojo primario de 2,4% del PBI en 2023″.

«Esperamos que la masa de ingreso familiar (masa salarial + ingresos de seguridad social) en los próximos tres meses mejore poco más de 2% tras los anuncios», añade el estudio.

Al respecto, Equilibra dice que «esta mejora no pareciera compensar la aceleración inflacionaria post devaluación. Antes de las PASO estimábamos inflación acumulada de 15,5% para el bimestre agosto-septiembre y tras el salto dólar oficial esperamos que roce 25%».

En tanto. plantea que «los nuevos créditos con tasa subsidiada alcanzarían AR$ 400.000 millones. Esta cifra representa 9% de los préstamos en Pesos al consumo (personales + tarjeta) de julio 2023 y 1,4% de la masa salarial del lapso septiembre-octubre-noviembre».

Las estimaciones del IARAF

El Instituto Argentino de Anàlisis Fiscal (IARAF) señala en su ùltimo informe que «el costo directo de este paquete rondaría los $700.000 millones, es decir 0,4% del PIB».

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«Si luego de la reciente devaluación del peso, la inflación mantuviera la proyección que traía antes, se produciría un aumento del gasto de 0,3% en términos del PIB en el segundo semestre, imputando únicamente el gasto incremental correspondiente», explica el informe

Es decir que pasaría desde 12% del PIB al 12,3% del PIB. En este caso el gobierno debería financiar genuinamente este incremento, para evitar un incumplimiento con la meta de déficit.

Si luego de la reciente devaluación del peso, la inflación subiera hasta un 154% anual, el gasto en términos del PIB sería del 12% en el segundo semestre, no registrándose cambios respecto al escenario sin medidas.