La población pobre de la Argentina alcanzó en el primer trimestre a 17.999.005 personas, de los que 7.355.000 son menores de 18 años, de acuerdo con el análisis de Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) en base a los microdatos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
De la comparación con el mismo período de 2022, surge que el incremento de la cantidad de pobres fue de 2.269.252 casos, a razón de 4,3 nuevos pobres generados por minuto. Entre los menores de 18 años, los nuevos pobres generados en el año transcurrido fue de 1.048.891 jóvenes, es decir 2 nuevos pobres por minuto.
En el caso de los indigentes, que ascendieron en el período enero-marzo de este año a 4.116.848 personas, el aumento interanual fue de 334.327 casos, de lo que se desprende que hubo 38 nuevos indigentes por hora en los últimos doce meses.
El trabajo del IPyPP, elaborado por el ex diputado Claudio Lozano, Javier Rameri y Ana Rameri, puntualizó que en el marco del incremento de la pobreza y la indigencia «el fenómeno conocido de la infantilización de este flagelo social sigue siendo relevante y en aumento».
Al respecto, advirtió que «mientras la variación anual de la tasa de pobreza general fue positiva en un 13,4%, el aumento de la incidencia fue superior para la población infanto-juvenil que vio expandir la tasa en un 16,4%».
«Esto implica que de los 2,3 millones de nuevos pobres, nada menos que un millón son pibes/as. Sin lugar a duda la cara más cruel del acuerdo con el FMI», sentenció.
Los economistas explicaron que tanto en el primer como en el tercer trimestre, la pobreza y la indigencia ofrece porcentajes influenciados por el «efecto aguinaldo», que en general se refleja en oscilaciones con alzas en esos períodos y bajas en el segundo y cuarto trimestres.
De esa forma, el 38,7% de pobreza pasa a ser del 41% si se excluye al aguinaldo y, en el caso de la indigencia, e, 8,8% sube al 10%.