El objetivo del ministro de Economía, Sergio Massa, de reducir la inflación promedio al 3% mensual a partir de abril de 2023 «parece ser un objetivo muy complejo de alcanzar» y «en el mejor escenario» podría reducirse en no más de medio punto porcentual «pasando del 6% al 5,5%», de acuerdo con el análisis de la consultora Analytica.

La entidad presidida por Ricardo Delgado evaluó el comportamiento esperado para los próximos meses y, si bien en el 60% de los casos mostró posibilidades de moderación en el índice de precios al consumidor, «el piso sigue siendo elevado, ya que los precios más relevantes aún corren al 6% mensual y la inercia se mantiene como el factor más relevante».

«Quebrar este proceso requiere de un drástico cambio de las expectativas, algo improbable dado el año electoral que se avecina», advirtió.

En un repaso de las principales variables, Analytica consideró que «la gran mayoría de los factores financieros están jugando en contra de una reducción en la tasa de inflación», en tanto «alrededor del 60% de los bienes de la canasta del IPC aún sigue la evolución del tipo de cambio oficial», con el riesgo que implica que «una eventual sobrerreacción del dólar bursátil (dado que aún está por debajo de su valor teórico) pueda acelerar el porcentaje restante».

Asimismo, «el valor al que debería ajustar el CCL (dólar Contado con Liquidación) se vincula con la liquidez remunerada y los vencimientos de deuda en pesos», lo que suma «nuevas fuentes de presión sobre los precios, en tanto un ajuste del dólar bursátil del 8%, para llegar a su nivel teórico, parece un escenario con cierta probabilidad», indicó.

El único factor financiero favorable, añadió, «es la posición vendida de futuros del BCRA, que se redujo desde U$S 3.131 millones hasta U$S 1.339 millones entre septiembre y octubre, lo que sugiere menores  expectativas de devaluación en el corto plazo».

En cuanto al impacto salarial, se prevé que sus aumentos «rondarán el 6% mensual entre noviembre y abril de 2023».

«No hay dólares suficientes y tampoco espacio para apreciar el tipo de cambio; por lo tanto, este factor muy relevante en la formación de los precios fija también un piso del 6% mensual para los próximos meses», planteó la consultora, que acotó la «cierta tranquilidad» aportada por la caída de los precios internacionales, mientras se espera que «hasta abril, se proyecta que el precio del petróleo, principal insumo de uso difundido, se mantenga en torno a U$S 80 el barril».

Respecto a las tarifas de los servicios públicos, Analytica sostuvo que «ya no existe espacio para nuevos retrasos, tanto por necesidades fiscales como de distorsiones en la asignación de los recursos» y la magnitud de las subas «depende de la decisión del gobierno y las señales del mercado».

«La apuesta oficial, una vez más, vuelve a ser el control de los precios», con un programa como el de “Precios Justos”, con una representatividad que «no superaría el 10%» del total de los bienes del IPC.

Por otro lado, está el acuerdo con el FMI y un cumplimiento de las metas fiscales, monetarias y de reservas que «arrojan un saldo positivo respecto a sus efectos antiinflacionarios, principalmente porque alejan un
escenario de shock, a costa de reducir el nivel de actividad» y ayudan a «anclar expectativas», subrayó.

No obstante, el mismo acuerdo «por su énfasis en el aumento de tarifas y de tipo de cambio oficial, también muestra componentes inflacionarios», alertó Analytica.

 

Por NP