La temida inflación de tres dígitos, algo que la Argentina había dejado de experimentar hace más de tres décadas, ya comenzó a hacerse realidad en los comercios de cercanía de los barrios populares del conurbano bonaerense en una importante cantidad de productos alimenticios de primera necesidad, de acuerdo con la última medición del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi).
Entre los productos relevados, por lo menos ocho muestran subas superiores al 100% en los últimos doce meses y se llegó al extremo de un 366,57% en el caso de la cebolla, según el informe elaborado por Isaac Rudnik.
Los incrementos en los comercios de cercanía suelen ser superiores a los registrados en las grandes cadenas de supermercados e hipermercados, ya que a los pequeños almacenes y autoservicios es difícil que lleguen los programas oficiales de precios, dado que los acuerdos se acostumbran a cerrar con un grupo de empresas que representan a los canales masivos de comercialización.
En agosto, la Canasta Básica Total (CBT), que marca el límite de la pobreza, fue de $117.778,83 para una familia de cuatro integrantes, con un aumento mensual del 4,3% e interanual del 56,69%, en tanto que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que fija el tope de la indigencia, alcanzó a $52.346,15 para el mismo grupo familiar, con un alza del 3,84% en comparación con julio y del 64,35% respecto a agosto de 2021.
Si bien los incrementos se evidencian como inferiores a la inflación esperada para los dos períodos, una mirada más detallada refleja las dificultades para acceder a determinados artículos de primera necesidad, cuyo reemplazo por eventuales sucedáneos es altamente improbable.
Además del caso extremo ya señalado de la cebolla, completaron la lista de aumentos porcentuales interanuales de tres dígitos el azúcar (155,56%), el tomate (150%), la lechuga (128,57%), los huevos (114,29%), la zanahoria (108,33%) y el pan y la batata (ambos con un alza del 100%).